Dünedain sigue en su propósito de emocionar y «conectar» a la gente con la música mediante su nuevo álbum: ‘Érase’, seguido de ‘La luz de mi oscuridad’ (2017), la primera y la segunda parte de ‘Buscando el norte’ (2009-2010), ‘Mágica’ (2012), ‘Pandemonium’ (2016) y ‘Memento Mori’ (2019). 

 

“Éramos chavales, nos juntábamos para hacer ruido en un garaje y salió el nombre un poco al azar, por el Señor de los Anillos y los juegos de rol”, cuenta Tony Delgado, alma creativa y fundador de esta banda nacida en 1996 entre Madrigal de las Altas Torres y Cabezón de Pisuerga (Valladolid).

 

Se trata de un disco con mucho trabajo, esfuerzo y, sobre todo, paciencia: la pandemia paralizó su producción y lo esperan «con más ilusión que ninguno». «La temática de nuestra música se basa en cosas cotidianas de la vida: amor, desamor, superación, sobre todo esta última», ha explicado Delgado. También ha añadido cómo su estilo puede definirse como «la música sin barreras», pues buscan en él cualquier canción que consiga «erizar la piel», mezclando el heavy metal con el power metal y ritmos melódicos.

 

La banda la forman Carlos (voz principal), Alberto (bajo), Mariano (guitarra rítmica), Miguel (batería) y Tony Delgado, también cantante. Ensayan y graban en un estudio propio en Madrigal, donde también preparan sus giras.

 

Su estilo está influenciado por bandas como Iron Maiden y Stratovarius, pero con un toque personal que huye de etiquetas. Su música pretende ser asumida como «terapia», entretenimiento y diversión: «Si una canción llega, emociona o acompaña a alguien, es algo tan gratificante que no tiene precio», ha expresado el líder del grupo para resumir el propósito de la formación rockera.