El estudio, liderado por el Hospital de Bellvitge y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y publicado en la revista científica Nutrients, analizó a 165 personas operadas en el centro hospitalario mediante distintas técnicas de cirugía bariátrica: gastrectomía vertical, bypass gástrico y procedimientos hipoabsortivos.

Según los resultados, el 17,6 % de las personas participantes presentaban diagnóstico de adicción a la comida antes de la cirugía, según la escala validada Yale Food Addiction Scale 2.0.

“La adicción a la comida no debe verse como un obstáculo para intervenir. De hecho, más de la mitad de estas personas ya no presentaban obesidad y habían mejorado las comorbilidades asociadas tres años después”, ha explicado la Dra. Núria Vilarrasa, endocrinóloga e investigadora principal del estudio, que ha sido posible gracias a la colaboración entre los servicios de Endocrinología y Nutrición y de Psicología Clínica del Hospital de Bellvitge.

A pesar de los buenos resultados iniciales, los investigadores también han detectado una mayor recuperación de peso entre las personas con adicción previa: un 8,3 % desde el punto de máxima pérdida, frente al 1,7 % en los pacientes sin adicción a la comida.

“Este riesgo nos obliga a reforzar el seguimiento multidisciplinar a largo plazo para ayudar a mantener los resultados”, señala el Dr. Fernando Guerrero-Pérez, primer autor del estudio.

¿Qué es la adicción a la comida?

Aunque la adicción a la comida no está reconocida oficialmente como una entidad diagnóstica, su presencia es cada vez más evidente. Se observa con frecuencia en la población general, especialmente entre las personas con obesidad, y también puede aparecer en diversos trastornos de salud mental. Aun así, cada vez más estudios apuntan a que puede tener un impacto clínico relevante.

“Se caracteriza por una pérdida de control ante alimentos muy procesados e hiperpalatables (ricos en azúcar, grasas o sal), y comparte rasgos con las adicciones conductuales”, explica el Dr. Fernández Aranda, director de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) del Servicio de Psicología del Hospital de Bellvitge, investigador del IDIBELL y catedrático de la UB.

Según la investigación publicada en Nutrients, la adicción a la comida no empeora la remisión de la diabetes ni reduce la pérdida de peso inicial. Tampoco debería condicionar la elección de la técnica quirúrgica.

La investigación concluye que es fundamental abordar la obesidad desde una perspectiva integral y personalizada, teniendo en cuenta factores metabólicos, psicológicos y conductuales. Este enfoque puede ayudar a prevenir recaídas y a mejorar los resultados a largo plazo.

Referencia:

Guerrero-Pérez F, et al. ‘Impact of Preoperative Food Addiction on Weight Loss and Weight Regain Three Years After Bariatric Surgery’. Nutrients. 2025;17(13):2114. DOI: 10.3390/nu17132114

Fuente: Hospital de Bellvitge