Los malagueños pudieron disfrutar de una de las faenas más importantes de la Historia de la Malagueta. El onubense David de Miranda superó todos los límites del toreo, plantándose frente al toro y hasta rozando su cuerpo con el hocico del animal.
De nombre «Enamorado», este toro de la ganadería «Victoriano del Río», bailó al compás de la muleta de David de Miranda, que se jugó literalmente la vida, en una faena donde derrochó coraje y valor.
El público de la malagueta se puso en pie y el presidente sacó los dos pañuelos a la vez en señal de agradecimiento por esa gran faena que le llevó a salir por La Puerta Grande.
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