El Gran Premio de los Países Bajos representa un hito histórico para Pirelli: será el 500º evento del Mundial de Fórmula 1 en el que la marca italiana esté presente oficialmente.
Todo comenzó el 13 de mayo de 1950 en Silverstone, en el fin de semana inaugural del Campeonato del Mundo, cuando ocho monoplazas —cuatro Alfa Romeo y cuatro Maserati— montaban neumáticos de la firma de Milán. En el podio terminaron los tres pilotos de Alfa: Giuseppe Farina, Luigi Fagioli y Reg Parnell, logrando así la primera victoria histórica para las gomas italianas.
Desde entonces, Pirelli ha participado en 499 Grandes Premios, repartidos en tres etapas: 1950-1958, 1981-1991 (con la excepción de 1987 y 1988) y desde 2011 hasta hoy, cuando se convirtió en proveedor único de neumáticos para el campeonato.
Para celebrar este logro, en Zandvoort todos los monoplazas y los neumáticos slick lucirán un logotipo especial dedicado a los 500 GP, presentado el pasado mes de febrero en Londres con motivo de los 75 años de la Fórmula 1. Las celebraciones continuarán después en Monza, durante el Gran Premio de Italia, con pilotos, equipos y directivos de F1, FIA y Pirelli reunidos para una foto conmemorativa.
Foto di: Mark Sutton / Motorsport Images
En el plano técnico, para la carrera neerlandesa Pirelli ha optado por compuestos más blandos que en 2024: C2 (duro), C3 (medio) y C4 (blando), con el objetivo de orientar la carrera hacia las dos paradas.
Esto no significa que los equipos necesariamente opten por esa estrategia, pero sí que la diferencia de rendimiento entre ambas opciones será menor, haciendo que la parada única resulte menos sencilla que en el pasado.
Aun así, las simulaciones confirman que la estrategia de una sola parada sigue siendo en general la más rápida, incluso considerando la dificultad de adelantar en un circuito estrecho y con pocos tramos rectos como Zandvoort. El trazado neerlandés, de 4,259 kilómetros y enclavado entre las dunas del Mar del Norte, cuenta con 14 curvas —cuatro a la izquierda y diez a la derecha—, dos de ellas peraltadas hasta 19°.
Las exigencias sobre los neumáticos son elevadas, requiriendo una gestión cuidadosa de la puesta a punto y de los compuestos. El asfalto, a menudo condicionado por la arena arrastrada por el viento, y las temperaturas por debajo de los 20 °C a finales del verano hacen que la elección de neumáticos sea aún más determinante.
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