Getafe, en directo: sigue el partido de LaLiga hoy en vivo

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Matías Almeyda, desde la sala de prensa del Sánchez-Pizjuán

Su análisis del encuentro: «El análisis creo que lo tengo que hacer más en frío para no cometer errores en lo que voy a decir. La ilusión era otra y el resultado es adverso. Repito lo mismo que en el partido pasado, pequeños detalles definen partidos. Son milésimas de segundo que el rival no perdona. Después. sabíamos que a este tipo de rival, por sus características, iba a ser difícil entrarle. Era más difícil aún con un gol que recibimos, pero todos nos pusimos en juego otra vez hasta un segundo tiempo en el que hubo una jugada, con una pérdida en mitad de cancha, y nos lastimaron. Después, creo que se intentó; obviamente, con poca claridad porque el juego lo requería así, pero pudimos romper esa línea de cinco y de cuatro que estaba delante de su área. No fuimos certeros a la hora de definir las acciones; eran pocas, pero cuando hay pocas, hay que definirlas».

Un equipo que recuerda al de la temporada pasada: «Llevo dos partidos y una pretemporada de trabajo. Creo que no se cambia todo en muy poco tiempo. Esto lleva trabajo, requiere de paciencia, que los futbolistas logren tener más tiempo la confianza… sé que no es una situación fácil. He vivido esto en carnes propias siendo jugador y no se sale de un día para otro, sino trabajando, aceptando, no poniendo excusas y no cometiendo errores. Después, lo más importante que quiero recuperarle a este grupo es la confianza. Y no se va a recuperar por ganar dos partidos nada más. Esto es largo y se debe creer en todo el torneo. Son dos resultados adversos por diferentes características, pero tenemos que empezar a darle más seguridad desde adentro. Los jugadores tienen calidad. De esa manera se va a cambiar, pero es difícil».

Las oportunidades del mercado en las últimas semanas: «El mercado está abierto y se está haciendo todo lo posible por diferentes temas. El primer día ya dije que no iba a poner excusas y no las voy a poner. Creo en el trabajo. Corregir cosas lleva tiempo, cometer un error, aceptar un error y trabajar post error. Dependerá todo del trabajo que hagamos y, después, de la confianza que estos chicos deben tener a lo largo del partido. Por momentos la tienen y, por momentos, dudas; es normal por la situación que han tenido. Por eso hay otro entrenador. Esto es tiempo. El fútbol no espera y nosotros trabajaremos como lo venimos haciendo, un montón a ver si podemos revertir esta situación. No lo veo todo mal. Hay acciones en las que el equipo va de otra manera. En el resultado está igual, pero acciones de gol se hacen. Entonces, habrá que mejorar la puntería. Nos llegaron dos veces y en esas dos veces tenemos que estar más firmes; son errores hablados. Era el partido que vimos, que planificamos y estudiados. El camino está. Obviamente, siempre lo resultados a favor ayudan en cualquier proceso. Todavía no los hemos encontrado, pero los encontraremos».

El problema de las inscripciones: «No voy a cambiar el discurso. No es el Deportivo Almeyda esto, es el Sevilla. Hay un espacio que se requiere para contratación de jugadores y otros que tienen otras posibilidades. No me detengo en eso, yo estoy pensando en que quiero ganar un partido. Cada uno, en su posición. El problema viene cuando nos equivocamos de roles. Yo tengo que dirigir y entrenar; esa es mi función y punto».

Sus conversaciones con Cordón: «Hemos hablado y se queda ahí, pero hablar de esto es poner excusas y yo no las pongo. Acá es como todo. Va a funcionar o no va a funcionar. Y si no funciona, vuela el entrenador. Vine en este momento y lo acepto, no tengo excusas. Voy a trabajar más. No voy a defenderme a mí y a tirarle barro a otro. No lo voy a hacer. Somos un equipo y nos salvamos juntos. En lo bueno ganan todos y, cuando se pierde, perdemos todos».

El apartado mental de los jugadores: «Hay que trabajarlo todo. Yo viví esos momentos siendo capitán de River, cuando el balón pasaba a ser una bola de fuego. Sé que no es fácil para ellos, por eso se les transmite tranquilidad, confianza, se entrena… Evidentemente, me faltan cosas como entrenador para transmitirlas más, pero estamos en ese camino. Después, ser profesionales no significa que sean perfectos. Son humanos. Intentamos los entrenadores que interpreten nuestra manera. Después, los que toman decisiones en milésimas de segundo son los futbolistas. Hay que darles la confianza para que vuelvan a ser jugadores. Si no, es difícil. Y recién van dos fechas».

¿Es más cuestión de talento que de trabajo?: «Nunca voy a hablar mal de un grupo de jugadores que entreno. No es mi estilo. No solo eso, hay un montón de cosas que las hablamos adentro. Tengo mucho diálogo con los jugadores. Sí es verdad que el trabajo te saca. Acá no hay magia. Que los futbolistas sean una familia futbolística es lo que te saca más las características individuales de muchos de ellos. Los equipos de fútbol tienen que jugar de una misma manera, sobre todo e la entrega, en la pasión y en la confianza. Después, las diferentes características marcan la diferencia. Insistiré en este juego que practicamos. Ojalá que el tiempo nos dé el tiempo de seguir trabajando».