Es la novela del verano, siempre movido por los fichajes que se hacen y los que se quedan en el camino. El de Alexander Isak por el Liverpool, sin embargo, parece más el fichaje de Schrödinger: ni está caído ni se llegó a concretar.

Porque el equipo de Arne Slot le quiso fichar y el jugador quiso ir, pero el Newcastle rompió la cadena y se negó a negociar a cambio de los 140 millones de euros. Ahora, sin minutos en las ‘Urracas’, el sueco fue el centro de atracción del choque entre el equipo dueño de su contrato y los ‘reds’, válido por la jornada 2 de la Premier League y saldado con victoria visitante gracias al juvenil Rio Ngumoha, nacido en 2008 y autor del gol ganador a los 100’ de partido.

Eddie Howe le dejó fuera de la convocatoria y se negó a comentar el suceso en conferencia de prensa. No por ello los aficionados dejaron de recordarlo a orillas de St. James’ Park.

El feudo del Newcastle se inundó de pancartas con el mensaje «Isak, rata» y cajas con cerillas para quemar las camisetas que tuvieran el dorsal del sueco. Era el cóctel (molotov, incluso) necesario para incendiar un partido muy caldeado.

HÉROE INESPERADO

En el verde la presión se hizo notar. También el público gritando cada jugada como la última. Las oportunidades se sucedían, dando trabajo a Alisson y Nick Pope bajo palos.

Lo propio tuvo el árbitro, sancionando veinte faltas en la primera parte y mostrando cuatro tarjetas, una de ellas roja: fue para Anthony Gordon por un patadón a Van Dijk, quizá fruto de la chispa que tenía el choque. Para entonces ya ganaban los visitantes con un golazo de Ryan Gravenberch desde fuera del área.

Ekitiké duplicó la ventaja nada más empezar la segunda parte, aunque faltaba la locura local. Primero Bruno Guimaraes empató gracias a un cabezazo y, entrando al tiempo añadido, Osula, ariete que ve minutos ante por el ‘Isak-gate’, fue el encargado de empatar. Parecía visto para sentencia, pero los 11’ de añadido dieron para mucho: Ngumoha definió el 2-3 con un derechazo que dejó helado St. James’ Park.