La posición de los electrodomésticos en la cocina nunca ha tenido un consenso claro. Hay interioristas y expertos del sector que suelen optar por colocarlos en las partes inferiores de la estancia -en concreto, bajo la placa de cocción– integrándolos en los armarios con mucho almacenaje. Por otro lado, los hay que prefieren ponerlos en forma de columna, con el objetivo de ganar espacio a la verticalidad de la pared y crear una torre caliente separada del resto de aparatos electrónicos.
Eva Maraver es una interiorista partidaria de colocar los electrodomésticos en columna. Así lo pudimos ver en unos de sus proyectos más recientes, donde estos elementos están puestos el uno encima del otro sin ocupar demasiado espacio de la superficie. Esta idea la ha aplicado en un piso de la zona norte de Madrid, en el que en la cocina ha dado rienda suelta a su creatividad. Un ejemplo de sus grandes ocurrencias es la de poner un mosaico de trencadís en el salpicadero al más puro estilo de Antoni Gaudí. «Al ser una técnica artesanal, con una colocación algo aleatoria, tiene mucho carácter», comenta la experta.
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«Me gusta la idea de poner arte en la cocina», afirma Eva Maraver, interiorista
Desde Interiores hemos tenido la oportunidad de hablar con Eva Maraver sobre este proyecto que ha realizado en la capital española y de todos los factores que debemos tener en cuenta a la hora de renovar una cocina. Uno de los aspectos más importantes es la colocación de los aparatos electrónicos, como son el horno o el microondas. «Al poner los electrodomésticos en columna en una cocina, liberas espacio debajo de la zona de cocción», comenta la interiorista. Anteriormente, la profesional desveló que ella no utilizaba tonos blancos demasiado fríos.
Cuadro de Laia García. Se puede encontrar en Gärna Art Gallery.
Foto: Belén Imaz. Realización: Pete Bermejo. Interiorismo: Eva Maraver
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En la cocina, vemos cómo has apostado por el blanco. ¿Qué ventajas tiene este color en la estancia?
Al estar la cocina abierta al resto de la casa, actúa como una prolongación natural del espacio y, el blanco, ayuda a potenciar la luz. Como ya hay bastante color en otras zonas, opté por muebles de este tono que se funden con las paredes y aportan frescura. Así, las vitrinas en laca negra y las obras de arte ganan protagonismo y crean contraste.
El salpicadero llama especialmente la atención por el mosaico de tipo trencadís. ¿En qué te inspiraste para optar por esta alternativa? ¿Tiene cierta relación con el estilo de Antoni Gaudí?
Me encanta el trencadís por su estética irregular, su textura, la calidez que aporta y ese punto de espontaneidad. Al ser una técnica artesanal, con una colocación algo aleatoria, tiene mucho carácter y, aun así, no rompe con la continuidad de las paredes blancas. En este caso opté por cerámica blanca esmaltada. Y sí, la referencia a Gaudí es evidente. Me fascina su obra. Siempre he soñado con hacer una casa entera en trencadís de colores. Espero poder realizarla algún día.
Justo en esta zona, vemos como se ha incorporado una vitrina suspendida. ¿Qué te hizo optar por un modelo como este?
La idea de colocar dos vitrinas de cristal en laca negra, a ambos lados de la campana, fue para aportar contraste con los muebles blancos y añadir un punto sofisticado. Este tipo de mueble aporta ligereza y es muy decorativo. Además, deja a la vista la cristalería, lo que aporta dinamismo y hace que la cocina resulte más atractiva.
Optáis por la colocación de los electrodomésticos en forma de columna. ¿Qué le recomendarías a un cliente que quiere poner estos elementos de esta manera en su cocina?
Colocar los electrodomésticos en columna -como el horno y el microondas- es una opción muy cómoda y práctica. Evitas agacharte cada vez que lo usas, algo que se agradece mucho en el día a día. Además, al liberar el espacio bajo la placa de cocción, puedes aprovecharlo para almacenaje o cajones grandes.
En esta cocina, colocamos la vinoteca en la parte inferior porque no iba a usarse a diario, así que ese hueco nos permitió integrarla sin restar funcionalidad. Agrupar todos los electrodomésticos en un solo frente también otorga orden visual y hace que el conjunto se vea más limpio y equilibrado.
El cuadro es de Iryna Makysmova. Está en Gärna Art Gallery.
Foto: Belén Imaz. Realización: Pete Bermejo. Interiorismo: Eva Maraver
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¿Cuál es el fallo más común en la distribución de una cocina?
Uno de los errores más habituales es no tener en cuenta el flujo natural de trabajo. Muchas veces se colocan los electrodomésticos y muebles sin pensar realmente en cómo nos movemos cuando cocinamos. Lo ideal es que todo siga un orden lógico: desde que sacas los alimentos de la nevera, los prepararas, lo cocina y después los limpias. Si ese recorrido no está bien pensado, la cocina se vuelve incómoda y poco práctica.
También es fundamental considerar quién y cuántas personas van a usar la cocina a la vez, para asegurar suficiente espacio para trabajar y moverse sin problemas. Otro fallo es no dejar suficiente superficie de trabajo y no respetar los espacios mínimos para la circulación, lo que dificulta el día a día en la cocina.
¿Eres partidaria de incluir obras de arte en cocinas, como son los cuadros? En caso afirmativo, ¿cómo lo harías?
Para mí, la cocina ya no es solo un lugar para cocinar, sino un espacio más de la casa, muchas veces abierto al salón o integrado en ambientes grandes. Por eso, creo que merece el mismo cariño estético que cualquier otra estancia. Me gusta la idea de poner arte en la cocina porque aporta calidez y personalidad, hace que el ambiente se sienta más vivido y acogedor. Eso sí, elegiría paredes donde los cuadros puedan lucir sin que todo quede muy apretado. Y muy importante: evitar colocarlos cerca de la cocina o el fregadero, para que no se estropeen con el calor o la humedad. Además, cocinar mientras se disfruta de las vistas de una obra de arte es una auténtica maravilla.