El martes, el líder del partido ultraderechista británico Reform UK, Nigel Farage, anunció su plan de repatriar hasta 600.000 inmigrantes irregulares en caso de … que alcance el poder. Y aseguró que lo logrará llegando a acuerdos con países de los que procede la mayoría, con un presupuesto de unos 2.300 millones de euros. Mencionó tres: Eritrea, Irán y Afganistán. Hoy, los talibanes le han respondido que están de acuerdo con la idea. «Preparados y listos», ha afirmado uno de los líderes del grupo integrista afgano al diario ‘The Telegraph’.

A cambio, eso sí, los talibanes exigen ayuda humanitaria para «ayudar a mantenerlos» y reflotar un país que lleva hundido desde que Estados Unidos lo abandonó en 2021, tras una de las operaciones más humillantes de la superpotencia americana. Aunque Farage propuso pagar por cada migrante recibido, los talibanes -cuyo gobierno aún no reconoce el Reino Unido- prefieren aceptarlo en forma de ayuda y aseguran que tratarán a quienes sean deportados «con dignidad». Y, curiosamente, añaden que les resultaría más fácil trabajar con el ultraderechista que con el actual primer ministro, el laborista Keir Starmer.

13.800
millones de euros

estima la BBC que costaría solo la construcción de la infraestructura para retener a los migrantes.

«Estamos preparados para trabajar con cualquiera que pueda ayudar a aliviar el sufrimiento de los refugiados afganos, porque sabemos que muchos de ellos no tienen una buena vida en el extranjero», comenta el líder talibán al rotativo británico. «Afganistán es el hogar de todos los afganos, y el emirato islámico está dispuesto a convertir este país en un hogar para todos: los que están, los que vuelvan, y los que nos envíe desde Occidente el señor Farage o cualquier otro, ya sean legales o ilegales», sentencia.

Protesta contra los migrantes alojados en hoteles del Reino Unido.

Protesta contra los migrantes alojados en hoteles del Reino Unido.

EFE

De momento, Reform UK tiene más bien poco peso político en las islas. Cuenta con solo cuatro escaños en el Parlamento, pero gana adeptos en las encuestas y amenaza con seguir la estela de otros partidos de extrema derecha en Europa. Consciente de ello, Starmer ya afirmó el lunes que no se cierra a negociar acuerdos como los que propone Farage. «No vamos a quitar ninguna propuesta de la mesa. Continuaremos trabajando sin descanso para expulsar a quienes no tengan derecho legal para residir en el país», afirmó un portavoz gubernamental.

Operación Recuperar la Justicia

En un momento en el que la inmigración polariza cada vez más a la sociedad británica, con manifestaciones y contramanifestaciones en multitud de localidades -sobre todo allí donde se han establecido hoteles para acoger migrantes-, Farage ve la posibilidad de pescar votos. Con ese fin el lunes presentó su ‘Operación Recuperar la Justicia’, con la que se propone -en el hipotético caso de que llegue al Gobierno- deportar a 24.000 inmigrantes cada mes: 288.000 al año.

Los planes de deportación requerirían tener operativos tres aviones ‘Jumbo’ todo el año

Para ello, destinaría 18 meses a la construcción de la infraestructura necesaria para acogerlos en el periodo en el que se tramita su devolución. Después tendría que enfrentarse a las dificultades logísticas que entraña la operación, ya que se estima que son necesarios 1,7 agentes de policía por cada migrante devuelto, lo cual requeriría disponer de al menos tres aviones del tamaño de un Boeing 747 operativos durante todo el año para las deportaciones.

La BBC calcula que la construcción de los centros de detención costaría en torno al medio millón de libras por cada plaza, con lo que el total rondaría los 12.000 millones (unos 13.800 millones de euros). Reform UK, sin embargo, indica que utilizaría construcciones modulares más económicas, y que las levantaría en lugares remotos para evitar problemas con la población local. Farage, que toma muchas de sus ideas prestadas del presidente Donald Trump, considera que el gasto es inferior al de mantener a los migrantes en suelo británico.

La cadena pública también incide en que, si bien el plan es factible sobre el papel, requeriría de reformas legislativas e incluso de la retirada de la Convención Europea para los Derechos Humanos. En cualquier caso, Farage trataría de convencer a los inmigrantes de que se vayan de forma voluntaria con un cheque de 2.500 libras, pero no es algo nuevo, ya que actualmente Londres ofrece 3.000 libras. En la primera mitad del año, 26.761 personas aceptaron la oferta y se marcharon. Es un 13% más que en el mismo periodo de 2024 y se acerca ya al record de 30.000 de años anteriores, pero está muy lejos de las cifras que quiere lograr el ultraderechista y es similar al de los 28.000 que han llegado en patera en los primeros seis meses de 2025.