La combinación de un alerón delantero nuevo con un suelo antiguo permitió a Aston Martin celebrar su mejor fin de semana del año en el GP de Hungría. Fernando Alonso, que terminó quinto, no ocultó su sorpresa tras bajarse del monoplaza: “Es una grata sorpresa. Lo bueno es que fuimos competitivos y rápidos. Lo preocupante es que no sabemos por qué. Debemos comprender por qué éramos tan competitivos, es la tarea a tachar estas semanas”.

El bicampeón español insistió en que la mejora no fue casual: “El alerón delantero nos ayudó a que el flujo de aire funcionara mejor en todo el coche. Ahora mismo tenemos que estudiar los datos, porque esto puede marcar la diferencia en otros circuitos”. Lance Stroll, que acabó séptimo, coincidió en que el monoplaza estaba más estable y predecible, especialmente en curvas rápidas y zonas de alta carga aerodinámica.

Un rendimiento inesperado

Aston Martin llegó a Hungría tras un GP de Spa muy complicado, donde el AMR25 apenas mostró señales de competitividad. Por eso, su éxito en Hungaroring sorprendió a rivales y expertos: el coche pasó de ser irregular a brillar en todos los sectores del circuito. Collins, exestratega de la escudería británica, explicó que la clave técnica fue sencilla pero efectiva: “Montar un alerón delantero nuevo sobre un suelo antiguo permitió que todo el difusor y el alerón trasero funcionaran de manera óptima. En pocas palabras, mejoró la aerodinámica general del coche y su eficiencia en curvas rápidas”.

El exestratega también advirtió que este rendimiento puede variar según el trazado: “No todos los circuitos se adaptarán de la misma manera, pero Hungría ha demostrado que Aston Martin puede encontrar soluciones ingeniosas para extraer rendimiento del AMR25 incluso en momentos complicados”.

Alonso, en el punto de miraAlonso, en el punto de miraEl plan oculto de SainzEl plan oculto de SainzEl plan suicida de Aston MartinEl plan suicida de Aston MartinLa clave técnica

El alerón delantero no fue solo un cambio estético: afectó directamente al flujo de aire del coche. Según Collins, antes de esta modificación, el antiguo alerón limitaba el rendimiento de otros componentes, especialmente del suelo y del difusor trasero. Con la actualización, todos los elementos empezaron a trabajar de manera coordinada, lo que permitió al equipo lograr su mejor fin de semana de la temporada hasta la fecha.

Aston Martin encara ahora los diez Grandes Premios restantes con la lección de Hungría clara: incluso pequeños ajustes pueden marcar la diferencia. Sin embargo, el calendario presenta circuitos más exigentes, como Monza o Singapur, donde los retos aerodinámicos y de motor serán mayores. Por ello, la escudería de Silverstone se centra en replicar el éxito de Hungría y evaluar si la evolución del AMR25 puede mantenerse constante.