Extremadura es una de las regiones del país con más peligro para la transmisión del virus del Nilo (VNO). En agosto, tal y como … sucedió en 2024, se suelen dar los primeros casos, y en 38 de las 388 localidades de esta comunidad el riesgo es máximo.
Así lo pone de manifiesto el informe ‘Análisis del riesgo de circulación del Virus del Nilo Occidental en España’, publicado por los ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación, Sanidad, y Transición Ecológica y Reto Demográfico, con la participación de investigadores de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), el Centro Nacional de Microbiología (ISCIII) y el CIBER de Epidemiología y Salud Pública.
En él se identifican las zonas en España con un mayor riesgo de transmisión de esta enfermedad que afecta a aves silvestres y llega a los seres humanos a través de la picadura de un mosquito. Causa la denominada fiebre del Nilo y los síntomas pasan por dolor abdominal, muscular, de cabeza y garganta; así como náuseas, vómitos, diarrea, fiebre, falta de apetito, sarpullido e inflamación de ganglios linfáticos.
En el estudio, para cada provincia se presentan los municipios más idóneos ambientalmente para el virus, con una tabla de valores entre 0,30 y 1. A mayor cifra, el riesgo es más elevado. Los que se sitúan por debajo de 0,30 no se incluyen porque se consideran que están fuera de peligro por no ser adecuados para el virus.
Hay 24 localidades de la provincia de Badajoz que presentan el riesgo máximo (Acedera, Alburquerque, Almendral, Arroyo de San Serván, Badajoz, Don Benito, Guareña, La Roca de la Sierra, Lobón, Mengabril, Montijo, Nogales, Oliva de la Frontera, San Vicente de Alcántara, Santa Amalia, Talavera la Real, Torre de Miguel Sesmero, Valverde de Leganés, Villagonzalo, Villanueva de la Serena, Villar del Rey, Valencia del Mombuey, Pueblonuevo del Guadiana y Llera) y 14 en la de Cáceres (Acehúche, Alcántara, Brozas, Campo Lugar, Casar de Cáceres, Ceclavín, Herreruela, Madrigalejo, Membrío, Miajadas, Moraleja, Navas del Madroño, Portaje y Portezuelo).
La situación no es solo preocupante en los municipios con valor 1, sino que la alarma se dispara a partir de las que superan el umbral de 0,80, y eso sucede en 163 municipios extremeños, 110 en Badajoz y 53 en la provincia cacereña.
«El 95% de los casos de infección en humanos se han registrado en municipios con índices de riesgo superiores a 0,80, mientras que solo un caso ha sido en un municipio con riesgo inferior a 0,65», indica el informe.
Las razones
El estudio detalla que el riesgo de exposición al virus del Nilo en España varía principalmente por el clima y la distribución de vectores, es decir, de los mosquitos.
La probabilidad de aparición del VNO aumenta con la combinación de inviernos suaves y temperaturas estivales superiores a los 28 grados. Además, las zonas con un elevado impacto humano en el medio ambiente son especialmente vulnerables. A ello se suma que las regiones que albergan simultáneamente las tres principales especies de vectores del VNO, especialmente en el sur de España (Andalucía y Extremadura), son zonas críticas.
El estudio también alude a que la acumulación de agua estancada es otro aliado del VNO. Además, sugiere que a mayor riqueza de aves más riesgo, aunque es un factor que afecta en menor medida.
Por regiones, los mayores peligros se localizan en Andalucía, Extremadura, Valencia y Baleares. Se encuentran también riesgos elevados en zonas de Cataluña, Murcia, Castilla y León (en Salamanca y Soria) y Castilla La Mancha (Ciudad Real, Toledo, Albacete y Cuenca). Se dan niveles intermedios en algunos municipios de Aragón, Madrid, Navarra y La Rioja.
El informe indica que «en los municipios con valores más altos sería adecuado reforzar la vigilancia en vectores y/o hospedadores o establecer programas de sensibilización a la población, y prevención y control de vectores». Eso sí, matiza que desde el punto de vista de salud pública no se puede considerar que el riesgo en los municipios con valores de bajo el umbral sea nulo, debido a la elevada capacidad de dispersión del virus y los cambios rápidos en las poblaciones de vectores.
En Extremadura ya se han puesto manos a la obra, sobre todo en la zona de las Vegas Altas, que el año pasado registró más de 20 afectados y un fallecimiento. En total, hubo 39 personas infectadas en la región.
Los arrozales y zonas de regadío multiplican la presencia de mosquitos y por ello la mayoría de las labores de prevención se concentran allí. De hecho, la Diputación de Badajoz ya ha realizado fumigaciones, además de digitalizar las zonas húmedas, espacios verdes de los municipios y cultivos colindantes.
Asimismo, la Junta de Extremadura ha concedido ayudas por valor de 265.000 euros a 21 municipios y entidades locales menores de menos de 20.000 habitantes para poner en marcha tratamientos de prevención contra el virus del Nilo.
Además, el proyecto Vector-ex, con una inversión de casi 250.000 euros que se extenderá hasta marzo de 2027 y desarrolla la empresa MHC Servicios en colaboración con centros de investigación como Hidromante y la Universidad de Extremadura, instala dispositivos de captura y análisis para obtener información detallada sobre las especies, su comportamiento y evolución.