ExposicionesPor Carlota Barreda

La Gagosian Gallery de Londres cierra la temporada de verano con Rearview Mirror: Liverpool – London – Paris, una muestra que homenajea a Los Beatles “desde dentro”. A través de las fotografías tomadas por Paul McCartney en los años 60, la exposición recorre sus momentos más icónicos

Algunas personas se convierten en leyendas durante su vida. Mitos andantes, héroes, ídolos o villanos, nacidas para ser adoradas u odiadas, y siempre para ser observadas a conciencia por la colectividad. Viven por y para el ojo público -es el precio a pagar por un hueco en la historia del mundo-, pero su reflejo es muchas veces distorsionado por el propio espectador o los medios intermediarios. El diálogo entre la estrella y el resto de los mortales lleva en su propia naturaleza el condicionamiento del relato alterado, pero, en ocasiones, ese abismo puede estrecharse a través de pequeños retazos.

Los Beatles fueron el gigante musical mediático del siglo XX, y, ahora, las fotografías tomadas por Paul McCartney hace décadas conforman una nueva narrativa, íntima y cercana a las experiencias y el día a día de la banda durante su auge en los años 60. La exposición que acogerá el museo londinense a partir del 28 de agosto cuenta con negativos remasterizados de fotogramas individuales y composiciones conjuntas que, además de tender un puente hacia el pasado de los músicos, muestran esta otra faceta artística de McCartney posicionándolo como observador, narrador y protagonista de la historia.

Vista de la instalación, Gagosian Gallery Foto: Jeff McLaneSelf-portrait in my room at the Asher family home, Londres, 1963 © Paul McCartneySelf-portrait in my room at the Asher family home, Londres, 1963 © Paul McCartneyGeorge, Ringo and John backstage, Londres, 1963 © Paul McCartneyDressing room at the Lewisham Odeon, Londres, 1963 © Paul McCartneyGeorge relaxing poolside at the Pollaks’, Miami, 1964 © Paul McCartney

Las fotografías fueron tomadas por el bajista con una cámara Pentax 35mm entre 1963 y 1964 -años en los que la histeria colectiva por la banda británica cruzó océanos y continentes-, ilustrando tres momentos clave en la carrera de los Beatles: su primer tour como cabezas de cartel en el Reino Unido, su aparición televisiva en la BBC -consiguiendo un total de 23 millones de espectadores- y su memorable estancia en el Teatro Olympia en París, pocas semanas antes de su primer viaje a EEUU.

La exposición ofrece la oportunidad de apreciar estos eventos tan sonados y memorables bajo otra luz, desde una perspectiva juvenil en primera persona, con fragmentos visuales que parten del intimismo, la espontaneidad y la inmediatez y que, según McCartney, son el espejo de la alegría de esos años.

Desde autorretratos que esconden el secreto de una melodía soñada en un ático hasta momentos robados en vestuarios y aeropuertos, las fotografías no son tan solo un regalo para los admiradores, sino un testimonio visual del contexto cultural y social de los años 60: una época de cambios vertiginosos, transformaciones y conflictos que moldearon la actualidad. Entre la violencia de guerras como la de Vietnam y el surgimiento de movimientos contraculturales que abogaban por la paz y el cambio con la música como manifiesto, los Beatles navegaron entre todo aquel caldo de cultivo y se convirtieron en símbolos e iconos de una generación despierta e inconformista.

Algunas reproducciones de las fotografías originales -seleccionadas por el mismo director de fotografía de la Gagosian y el propio McCartney- están a la venta por su calidad y mérito artístico, y su precio oscila entre los 20.000 y 85.000 dólares.

La nueva exposición de la Gagosian promete un viaje en el tiempo, una retrospectiva honesta y una ruptura con el mito para aproximarse a las historias y vidas frenéticas de cuatro jóvenes que alcanzaron la inmortalidad a través de su amor por la música.