¿Dónde está Mati? Esa es la pregunta que sus familiares, amigos y entorno más cercano llevan haciéndose desde hace casi dos meses, momento en el que la mujer, de 72 años, dejó de responder al teléfono y de utilizar sus redes sociales, algo bastante inusual en ella. 

Todo comenzó el pasado 29 de junio, cuando María Matilde Muñoz Cazorla (conocida cariñosamente como Mati), quien se encontraba de viaje en la isla de Lombok (Indonesia), desapareció sin dejar apenas rastro. Desde aquel día, su búsqueda no ha cesado, aunque desafortunadamente, sin éxito. 

La última vez que se pudo ver a la mujer— nacida en Galicia y residente en Baleares— fue el 1 de julio cerca del hotel Burni Aditya, en la playa de Senggigi, lugar donde se encontraba durmiendo y al que había pagado unas 20 noches por adelantado, tal y como explicó el representante de la familia, Ignacio Vilariño, recoge EuropaPress, quien cree que se trata de «un crimen de manual». 

De hecho, los familiares de la desaparecida, quien solía realizar viajes de forma habitual, han pedido a la Policía del país asiático y a la Interpol mayor contundencia y que tome declaración a los trabajadores del hotel donde se encontraba, pues según sospechan, los encargados del lugar «están en el ajo» debido a sus contradicciones y parece que solo tratan de «despistar a los agentes».

Mapa elaborado por El HuffPost que muestra el último lugar donde fue vista la españolaHuffPost- getty images

Las contradicciones de algunos de los empleados del hotel levantan sospechas

Según informa Vilariño, sobrino de la desaparecida, las contradicciones de parte de los empleados y encargados del hotel donde se encontraba la mujer «son tan evidentes que no dejan lugar a dudas» sobre su posible relación e implicación con la desaparición. «Nos carcome que nadie haya sido llevado a declarar ante la Policía del país», afirma. «Las mentiras y despistes de las dos o tres personas que regentan el hotel muestran que están en el ajo», denuncia el mismo. 

Otra de las cuestiones que les hace dudar sobre su desaparición es que seis días después de la desaparición de Mati, el 6 de julio, se envió un mensaje de texto desde su móvil con graves faltas de ortografía «impropias de ella» sobre un supuesto viaje urgente a Laos. «No tenemos ninguna duda de que fueron fraudulentos», destaca el familiar a EuropaPress.

Además, el registro de la habitación de la española tardó en realizarse semanas debido a la mala información de los trabajadores del hotel, quienes señalaron en un inicio otra habitación distinta, que realmente no era donde pernoctaba ella, lo que suma aún más sospechas al lugar. 

A ello se suma que las pertenencias de Mati aparecieron el pasado domingo en la zona de basuras del hotel, donde encontraron libros, sandalias, su mochila y ropa (aunque no su pasaporte, ni su terminal móvil, ni sus tarjetas, lo que da la impresión de robo con violencia o un intento de eliminar pistas). 

«Es imposible que se haya marchado por voluntad propia. Era una mujer que reportaba sus movimientos minuto a minuto y jamás dejaba de contestar a sus allegados»

Sobrino de Mati y representante de la familia a EP

«Es imposible que se haya marchado por voluntad propia. Era una mujer que reportaba sus movimientos minuto a minuto y jamás dejaba de contestar a sus allegados», recalca su familiar, que critica que hayan pasado ya más de 50 días sin haber recibido información relevante sobre la investigación. 

La primera denuncia se realizó casi un mes después de su desaparición, el 28 de julio, momento en el que Olga Marín, una amiga de Matilde, presentó la denuncia en una comisaria de Sant Fellu de Guixols, en Girona. Días más tarde, su sobrino (pues Mati no tenía hijos ni marido), hizo lo mismo en una comisaria de Alcalá de Henares en Madrid y el 5 de agosto se puso la denuncia en la comisaria provincial de West Nusa Tenggara, que derivó el caso a la Policía de Lombok Occidental. 

Desde su familia piden una mayor implicación policial en el caso y que les permitan conocer los movimientos bancarios de la mujer desde el día de su desaparición, con el objetivo de conocer alguna pista más que pueda facilitar su paradero. Cabe destacar que tanto los Mossos d’Esquadra como la Policía Nacional ya han judicializado el caso, aunque todavía se dirime en quién recae la investigación. 

También se encuentra presente la policía de Indonesia, que el pasado 13 de agosto inició la investigación tras la petición de ayuda por carta de la Embajada de España, que afirma que no hay constancia de que Matilde haya salido del país, aunque tampoco ha iniciado interrogatorios. En este sentido, las autoridades del país han pedido colaboración ciudadana y que reporten telefónicamente cualquier dato o información que pueda ser relevante para averiguar el paradero de la española.