Juan Ayuso lleva los dedos índices de las dos manos a los oídos para celebrar la victoria de etapa. Mensaje a navegantes. Hace oídos sordos … a los comentarios, a las críticas. Insiste en que la general de la Vuelta no era su objetivo. Está mejor de forma de lo que dejó entrever en Andorra, en la ascensión final a Pal. Un ciclista que firma una victoria de este calibre en Cerler no tiene motivos para descolgarse de un grupo de cincuenta corredores de los que la mayoría carecen de su calidad.

Ayuso reacciona como Evenepoel hace dos años en la Vuelta. Debacle en el Aubisque camino del Tourmalet, exhibición la siguiente jornada en Larrau y Belagua con una cabalgada memorable. El belga, amante también de los gestos con mensaje, termina en Madrid rezagado en la general, duodécimo, pero con tres victorias de etapa en el zurrón.

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Al contrario que en experiencia anteriores, alguna de ellas cercana en el tiempo como el Giro de Italia de este año, la esperanza de un ciclismo español en horas bajas se recompone en lugar de hundirse. Sube rápido el Port del Cantó, forma una fuga con otros once corredores que le llegaron por detrás como su compañero Vine y Pedersen, quien consolida el maillot verde en los pasos intermedios, ataca de nuevo al inicio de Cerler, descuelga a Frigo, impide a los demás llegar a su altura y vence con autoridad. Mejor aún. Esto no ha acabado. Le quedan dos semanas por delante. Y Almeida puede tener a un corredor importante a su lado cuando lleguen los momentos de la verdad.

Lista de escaladores

De momento, Juan Ayuso inscribe su nombre y su apellido en la lista de los ganadores en una cima más emblemática que dura de la Vuelta. Los suma a los de Laudelino Cubino (1997), Fabio Parra (1988), Perico Delgado (1989), Martín Farfán (1990), Ivan Ivanov (1991), Tony Rominger por partida doble (1993 y 1994), Oliverio Rincón (1996), José María Jiménez (1998), Roberto Laiseka (2005) y Leonardo Piepoli (2007).

La carretera de Cerler ha mejorado en las dos últimas décadas. El puerto ha perdido dureza en el asfalto. En realidad, a pesar de la abundancia de escaladores en la lista de vencedores, nunca fue una subida terrorífica. Catorce ciclistas entraron en el mismo tiempo dentro del grupo de los favoritos, amplio todavía a estas alturas.

Uno de ellos, Torstein Traeen, que sale líder de los Pirineos gracias a la ventaja obtenida en Pal. Su equipo, Bahrain, marca el ritmo del pelotón y ahorra trabajo a los compañeros de Vingegaard. Visma aparece con cuentagotas en cabeza del gran grupo.

Detrás del maillot rojo, que conserva una ventaja de 2:33, diez corredores en medio minuto de diferencia, desde el danés doble ganador del Tour de Francia hasta Pidcock, undécimo. Entremedias Almeida, Ciccone, Fortunato, Jorgenson, Hindley, Pellizzari, Bernal y Gall. Casi todos a tiro de bonificación. Se mantienen las tablas posteriores a la contrarreloj por equipos.

Mikel Landa, en un recorrido favorable en teoría a sus condiciones, no consiguió filtrarse en la fuga y tampoco aguantó el ritmo de los mejores. Agotado, pasó un tiempo tumbado en el suelo tras cruzar la línea de meta. Su esperanza es ir a más.

UAE ha ganado tres etapas consecutivas: la crono por escuadras de Figueres, con Vine en Pal y con Ayuso en Cerler. Conscientes del potencial de sus corredores y de la condición de claro favorito de Vingegaard, los directores del conjunto emiratí han decidido ir en busca de las victorias parciales para llenar la bolsa y hacer los deberes cuanto antes. Además, Joao Almeida sigue perfectamente colocado en la general. Mientras sus compañeros levantan lor brazos, las opciones del luso continúan intactas.

Dos carreras en una

Dos carreras en una. Sin poner en peligro el triunfo de Ayuso, el portugués mandó a Marc Soler tirar y romper el ritmo cansino del Visma en la ascensión a Cerler para arrancar a cuatro kilómetros y medio de la llegada. Vingegaard respondió de inmediato. Como Ciccone, fuerte el italiano ganador de la Clásica de Donostia. Sin rampas suficientes para marcar diferencias, desisten.

Tras verle atacar con denuedo y sin tregua en el Tour para intentar desbancar a Pogacar, Visma adopta una estrategia conservadora. Miden las fuerzas y estudian el recorrido. Saben cuándo y dónde van a atacar si los planes no se tuercen, que también puede ocurrir.

Como hoy camino de Zaragoza. Aunque con el potencial de los rodadores del conjunto neerlandés tampoco extrañaría que ocurriera justo lo contrario, Vingegaard parece más vulnerable en etapas llanas y con amenaza de viento como la de hoy en Zaragoza. ¿Tomará riesgos alguien en caso de presentarse la ocasión?