Leandro de Souza fue en su día una de las personas más tatuadas del planeta Tierra. Con el 95% de su cuerpo cubierto de tinta, incluido el rostro y la cabeza, tenía un aspecto aterrador en su momento álgido.

Pero De Souza tuvo un renacer y ahora se ha convertido a la religión evangélica, por lo que ha decidido cambiar de aspecto y quitarse los tatuajes que cambiaban su semblante.

El brasileño, de 36 años de edad y que se hizo su primer tatuaje con 13, se esta sometiendo a dolorosas sesiones de láser en una clínica de Sao Paulo para volver a su aspecto original. 

Esta semana, tras la quinta sesión, compartió un vídeo en su cuenta de Instagram en el que muestra los resultados de las sesiones, donde muestra su «gratitud» y donde dice que «todo se trata de Jesucristo».

Leandro ahora siente que su «dignidad ha sido restaurada» después de conseguir un trabajo y «sorprender positivamente a quienes lo rodean».

Tras un divorcio, comenzó un período de nueve años en el que probó por primera vez la cocaína y luego la mezcló con éxtasis, LSD y alcohol.

«Ya no soportaba la vida que llevaba», declaró al medio brasileño de noticias online G1. «Era una atracción en los eventos a los que asistía y me sentía como un animal de circo», concluye.