El diestro Juan de Castilla está siendo intervenido en la clínica Belharra de Bayona de «dos graves cornadas, una de ellas con dos trayectorias, una de 25 cm en la cara posterior del muslo izquierdo al lado del glúteo y una segunda trayectoria de 10, y una segunda cornada que es la más preocupante y fuerte, pegada al ano, ascendente hacia arriba» y aún se desconoce si ha podido afectar algún órgano vital. Así lo ha relatado a Aplausos su apoderado Jesús Salas, que manifiesta que el torero colombiano aún permanece en el quirófano en una operación que se prevee de larga duración:

«Le están operando y además va para largo, porque tenía una cornada de dos trayectorias, una de 25 cm en la cara posterior del muslo izquierdo al lado del glúteo y una segunda trayectoria de 10, pero le han descubierto otra cornada que es la más preocupante y fuerte, pegada al ano, ascendente hacia arriba. Le han hecho un escáner y le han visto que tenía algo por dentro que no les gustaba y le han tenido que abrir para ver la profundidad y los órganos que le ha podido afectar, por eso están viendo en quirófano para ver el alcance y lo que tiene realmente por dentro porque no se veía al ser una zona muy delicada. No sabemos si le ha tocado algún órgano vital o no. Pero la tercera es la profunda y complicada. Estamos en el hospital esperando noticias y nos han dicho que va para largo la operación», afirma Salas.

A las 21 53 horas de este sábado, su mentor afirma que De Castilla «lleva una hora en el quirófano» y añade que es inexplicable cómo ha podido permanecer en el ruedo con un percance de tal magnitud: «Lo que yo no sé es como pudo matar al toro con lo que llevaba y encima, irse por su propio pie a la enfermería. Yo iba detrás de él y nada más entrar a la enfermería ya decía que le faltaba el aire y que se desmayaba y ahí ya fue cuando se desplomó. Ahí ya sabíamos que solo una cornada limpia no llevaba».

El torero colombiano, que sangraba profusamente, tras ser cogido de forma espeluznante en la faena del primero, acabó su labor de forma heroica e increíble, dando muerte al astado y cortando una oreja. Fue por su propio pie a la enfermería con la taleguilla empapada de sangre.

Seguidamente, la Corrida de la Oportunidad de Bayona quedó paralizada durante 20 minutos en espera del traslado de Juan de Castilla en ambulancia a la clínica hasta que quedó libre el bloque operatorio. Fue entonces cuando la corrida se reanudó nuevamente.