El pasado viernes 5 de agosto se presentaba en Alicante la corrida de Villena. Un único festejo que seguía la senda continuista de dar toros en una plaza castigada por decisiones políticas del pasado. Hasta ese momento la sociedad Zúñiga – Carrillo mostraba una imagen pública de solidez y cohesión. Semanas más tarde, el 50 por ciento de dicha sociedad se marchaba. Esa mitad es la del empresario alicantino Manolo Carrillo, quien ha salido de un proyecto que él mismo inició en solitario y en el que trabajó desde el principio. Según el propio Carrillo, los motivos tienen relación con la mala sintonía con la dirección de la Peña Taurina Villenense. Dicha institución y en palabras del propio empresario «ha querido abarcar y acaparar las funciones propias que debemos tener los empresarios y así no se puede trabajar, un hecho que me ha obligado a tomar esta difícil decisión».

Carrillo ha sido una pieza fundamental en la entrada de Carlos Zúñiga en Villena. De hecho, fue quien luchó y peleó burocráticamente para incurrir a la licitación y finalmente ganó la plaza. Lo hizo para un único festejo, como ha sucedido en años anteriores, una corrida que seguirá adelante pese a los movimientos internos a nivel empresarial. El hecho es que Carrillo que también asesoró al propio Zúñiga se queda ahora fuera de un proyecto que él mismo inició.

La corrida se celebrará el próximo domingo 7 de septiembre a las 18 horas, con seis toros del hierro de Julio de la Puerta y con Sebastián Castella, Borja Jiménez, quien acaba de indultar un toro en Bilbao por primera vez en la historia de esa plaza y el joven matador de toros, Tristán Barroso, al que apodera el propio Carlos Zúñiga.

Por su parte, Manolo Carrillo es empresario taurino de Villena desde 2014, año en el que montó su primera corrida en esta plaza con un cartel que integraban El Cid, Juan José Padilla y Fco. José Palazón. Aquel fue el principio de una exitosa trayectoria como empresario que le llevaría a dar toros de nuevo en 2019 con Manzanares, El Fandi y Palazón en el cartel. En lo extra taurino hay que recordar que Villena estuvo muchos años sin dar toros por decisión política y que aquel regreso del 2014 supuso un gran triunfo para la tauromaquia en la provincia de Alicante.

Carrillo, que en noviembre cumplirá 83 años, era la parte de la empresa que conocía bien a la afición de Villena. Llama la atención, por tanto, que sea Carlos Zúñiga quien haya asumido el reto de gestionar dicha plaza en solitario. Actualmente, Zúñiga es empresario de la pasa de toros de Zaragoza y durante muchos años estuvo también al frente de la plaza de Gijón.

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