La multinacional química estadounidense DuPont ha vendido a su competidora Arclin, del mismo país, su negocio de fibras sintéticas de aramida, que incluye una fábrica y un centro de servicios al cliente de la marca Nomex ubicados en el valle de Tamón (Carreño), con unos 300 empleados. Con todo, pese al cambio de propietarios, la plantilla de Nomex se mantendrá en las actuales instalaciones asturianas, según confirmó un portavoz de DuPont.

La dirección de DuPont comunicó ayer internamente la venta de su división de aramidas por 1.800 millones de dólares (unos 1.530 millones de euros al cambio actual). La operación, que también incluye la venta de su marca Kevlar, obedece a un proceso de reestructuración de la multinacional, a su vez enmarcado en las dificultades que atraviesa el sector químico en el mercado europeo por el aumento de los costes energéticos y la debilidad de la demanda.

Fibra resistente al fuego

Nomex, marca desarrollada por DuPont en la década de los 60 del pasado siglo, es una fibra resistente al fuego y a las altas temperaturas que se utiliza principalmente en telas de protección, prendas de vestir y aislamientos para industrias como la aeroespacial y la automotriz. La marca cuenta con dos fábricas: una en Richmond (Virginia) y otra en Tamón, en el complejo empresarial de DuPont.

En estas últimas instalaciones también se encuentra el centro europeo de servicio al cliente de Nomex, así como personal de apoyo a otros negocios de la división de aramidas, que ahora pasarán a manos de Arclin, pero sin moverse de Asturias.

En total, Arclin asumirá aproximadamente la mitad de los 640 trabajadores con que contaba DuPont en la región, confirmaron desde esta última compañía. n

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