La capital del Quindío contó con varios espacios donde no solo el toreo fue el centro del espectáculo. También se presentaron números cómicos y artísticos, los primeros relacionados con las novilladas y los segundos con la escogencia de dichas plazas para la presentación de cantantes y otros actos festivos.  

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Como se acostumbraba, en los años cuarenta y cincuenta del siglo XX, con el desfile de las candidatas a los reinados de la Ciudad Milagro, quienes salían, montadas en sus corceles, y tal cual lo atestigua una antigua foto que muestra a las beldades del año 1949, Carmelita Londoño y Amparo García, en el ruedo de la plaza que, para entonces se llamaba el Circo de Toros El Bosque.

Antes de la existencia de esta icónica plaza (la actual) para el toreo en Armenia – que fue inaugurada en 1950 – las reseñas históricas nos presentan otros dos espacios para esos fines.

En la publicación titulada “40 AÑOS DE HISTORIA TAURINA EN ARMENIA“, escrita por Óscar Ritoré Botero (Impresores del Quindío, Tipografía – Litografía, Armenia, 1984), este cronista taurino (hijo de Valentín Ritoré, una gloria del toreo) escribió lo siguiente, sobre lo que él se propuso, en aras de “develar una verdad sobre la fiesta brava en Armenia”. Y para lo cual menciona el primer espacio que tuvo Armenia para los fines artísticos y taurinos:

“… Para ello era antes que nada necesario ubicarnos en agosto de 1944, cuando a estas tierras llegaran gentes del toro, exiliados y no exiliados de enfrentamientos bélicos, y gentes interesadas antes que nada en rehacer una afición dejada por el Circo Teatro Hispano o el Circo Tigreros que funcionaba donde hoy existe la plaza de mercado…”

La última ubicación se refiere al lugar donde hoy está el CAM y que albergara, antes del terremoto de 1999, a la plaza de mercado.

 

EL RECUERDO DE VALENTÍN RITORÉ Y “LA GIRALDA”

Más adelante, en uno de los capítulos de esta revista, Ritoré Botero se refiere a su padre Valentín Ritoré y a la segunda plaza levantada, conocida como “La Giralda“:

“…Este hombre de quien escribo ahora y a quien hago esta viva apología, merece esto y mucho más y muchas páginas en muchos libros más. Sin embargo así lo veo yo y así lo ve la fiesta brava, este hombre es mi padre, Valentín Ritoré…”

“…Y no por ser mi padre merece el elogio de ser artífice de la fiesta brava, puesto que fueron muchos más los que participaron en esta gesta, desde el mismo Francisco Luis Gómez que propuso para la recién construida plaza de toros el nombre de su almacén ‘El Lobo’…”

“…Muchas personas participaron pues de este evento, la construcción de la plaza de toros ‘La Giralda’, que funcionaba en la carrera doce a la altura de la salida antigua al municipio de Calarcá”.

Sobre “La Giralda”, el agrólogo y ex presidente de la Academia de Historia del Quindío, Armando Rodríguez Jaramillo, anota que esta plaza de toros era construida de madera, en una estación de gasolina cercana, que para entonces se llamaba “Bomba La Vuelta”, en la antigua vía a la Villa del Cacique.

Regresando al recuento histórico hecho por Ritoré Botero, él se refiere a los números taurinos y artísticos que se alcanzaron a presenciar en “La Giralda”:

“1944 fue pues, para mis cálculos y anotaciones, el año en que realmente nació la fiebre taurina en Armenia. La gente se agolpaba en la plaza para ver al ‘Niño de las Cadenas’, Pepe Chalmeta, Juanita Cruz, ‘El Sargento’ y un sinnúmero de toreros que llegaron hasta estas tierras donde no recibían más de treinta o cuarenta pesos por ponerse delante de los moruchos toros llaneros”.

De los toreros mencionados, los más famosos a nivel iberoamericano fueron José Chalmeta Buch, más conocido como Pepe Chalmeta, quien había nacido en Barcelona (España) en 1910. Cuando debutó en Armenia ya estaba en las postrimerías de sus corridas taurinas, después de haber pasado por varias plazas del continente.

De Juana Cruz de la Casa, una de las primeras mujeres toreras, más recordada como Juanita Cruz, y nacida en Madrid en 1917, se recuerda que, en 1944, sufrió dos cornadas en la plaza de Santamaría de Bogotá. Pero no fue ello impedimento para que siguiera con sus triunfos taurinos, hasta 1981, cuando murió. En el cementerio de la Almudena, de la capital española, se le recuerda con un hermoso monumento, la estatua funeraria que se emplazó para recordar las faenas femeninas en esto del toreo.

Guillermo Rodríguez, nacido en Perú, pero famoso en España, donde se adiestró en el mundo de los toros, fue más conocido como “El Sargento”. Fue otro de los que ofreció disfrute a los cuyabros con sus poses taurinas en “La Giralda”, donde mató toros procedentes de una casta famosa de entonces, llamada Aguas Vivas.

Estatua funeraria a la memoria de la torera Juanita Cruz
“El Sargento”, torero peruano.
LA “MORENITA DEL QUINDÍO”

Pero en esta plaza también estuvo toreando otra mujer, oriunda de estos lares. Se llamaba Bertha Trujillo, más conocida como “Morenita del Quindío“. Ella procedía de estas tierras colombianas. Y cuánta fue la sorpresa de Ritoré Botero cuando observó en Madrid un cartel que destacaba a la “Morenita del Quindío” en la pared de un bar llamado “La Oreja de Oro”, frecuentado por aficionados del toreo en el Viejo Continente. Así se refiere el cronista Ritoré Botero a ella:

“Bertha Trujillo ‘Morenita del Quindío’, criada en Armenia y hecha torera en el mismo sitio con proyección al mundo taurino, nació en esto de la fiesta brava hacia 1945, cuando toreaba con Marcos Gómez en ‘La Giralda’. Aprovechó ésta el envión taurino que tuvo Armenia y empalmó con importancia y gracia para hacerse matadora de toros y así ser la primera en el arte de Cuchares, única, ya que era la insólita figura de una mujer de a pie sin censuras franquistas”.

La torera Berha Trujillo,”Morenita del Quindío”. Segunda,de izquierda a derecha.
LA PLAZA DE TOROS EL BOSQUE

La plaza de “La Giralda” funcionó hasta 1950. Fueron seis años muy recordados por los habitantes de Armenia. Fue precisamente el mismo año cuando se inauguró la plaza actual, llamada desde esa época el circo teatro El Bosque. Muchos famosos del toreo pasaron por esa plaza, situada en un lugar paradisíaco de Armenia, que hoy conserva todavía la frondosidad de un paraje de paso para varios barrios, como espacio verde que es. El Bosque, sin embargo, siendo uno de los parques de la ciudad que oxigena con sus monumentales árboles históricos, hoy está en el panorama de la inseguridad y el olvido. Como también está la plaza de toros.

La plaza de toros El Bosque de Armenia vio “nacer toreros, desde Joselito Álvarez, Gabriel Díaz y Pepe Cáceres y hasta el mismo Jorge Valencia”, tal cual lo anota Ritoré Botero en su revista de 36 páginas de extensión.

La plaza de toros El Bosque se había comenzado a construir en 1949. Aunque con una apariencia de solo media estructura, desde el principio fue diseñada para que en su interior se presentaran números artísticos, circenses y cómicos, además de las corridas de toros. Lo que más se recuerda, en su historial de presentaciones, fueron los espectáculos de tinte humorístico. Así lo menciona Ritoré Botero:

“Armenia logró ver interesadísimas corridas, donde participaron el mismo Cantinflas, José Chu Pérez de Mendoza, Ángel Peralta y otros”.

Banda cómico taurina El Empastre.
LA TARDE DE TOROS MÁS CURIOSA

Sin embargo, el público recuerda, también, hechos curiosos, como el de un toro que saltó a los tendidos, donde estaban los aficionados. Las tomas de la Foto Navarro, que testifican ese suceso, fueron replicadas en revistas y periódicos nacionales de la época. La singular noticia rondó por el país y también se conoció en el extranjero. Una de las fotos, donde se ve claramente al torero Luis Mata enfrentando al animal en las mismas graderías, es la más patética. Aquella fue una tarde muy recordada, en 1954. Así fue comentada por Ritoré Botero:

“El hecho ocurrió cuando al no tener barrera la plaza de toros de Armenia, los toros podían alcanzar con facilidad los tendidos. La impavidez de las gentes y lo insólito de las fotografías bien merecen ocupar un lugar destacado en la revista cuando se compila esta clase de hechos. Nunca más saltó otro toro y tampoco murió en los tendidos”.

Presentación de la banda El Empastre en Armenia.Año 1959.
OTROS TOREROS FAMOSOS

Más toreros se presentaron en Armenia, hasta 1984, cuando se publicó la revista de Ritoré Botero. Fueron Palomo Linares (en la segunda feria, 1975), Antonio José Galán (tercera feria, 1977), Paco Alcalde (cuarta feria, 1978) Luis Francisco Esplá, Julio Robles, “Paquirri”, Joselillo de Colombia, Rafael Fajardo “Rafaelillo”, José Mari Manzanares, El Capea, El Cali, César Rincón, entre otros. También se recuerdan a los rejoneadores Oscar Botero, Manuel Vidrié, Andrés Vélez y Dayro Chica. Y una histórica becerrada, en 1972, que se hizo en pro de los gamines de Armenia. Participaron varios novilleros, entre ellos, Álvaro Herrera, Héctor Gutiérrez y Gustavo López.

Pablo Celis El “Bombero Torero”, en Armenia.
LOS ESPECTÁCULOS CÓMICOS

Pero, indudablemente, lo más recordado fue el repertorio artístico – torero y cómico. Los asistentes a la plaza también fueron testigos de los siguientes espectáculos, como para mencionar los más famosos a nivel nacional e internacional:

  • El Empastre de Catarroja: fue una banda musical y torera, que se había conformado en España, año de 1915, y que tuvo vigencia hasta 2003 con sus presentaciones cómicas. Sus integrantes combinaban la música y las graciosas poses de los toreros, algunos de baja estatura. En Armenia, la banda debutó en dos oportunidades, en 1959 y 1974.
  • Pablo Celis Cuevas: torero cómico de baja estatura, de origen español, más conocido como el “Bombero Torero“. Se recuerda, a esta clase de funciones, entre las cuales fue el impulsor otro cómico llamado Eduardo Gutiérrez Almeda y quien era emulado por Celis. Ellos se destacaban en el ruedo como una “charlotada”, ya que, algunas veces salían vestidos como Charles Chaplin. Al morir el “Bombero Torero”, sus hijos lo reemplazaron, hasta que fueron suprimidas aquellas funciones, ya que se consideró que era denigrante la utilización de individuos de baja estatura (acondroplasia) en las plazas de espectáculos abiertos.
  • Los actores de televisión nacional Fernando González Pacheco y Carlos Benjumea, quienes pasearon por su ruedo con graciosas poses taurinas, en campaña de una entidad cívica, a favor de la niñez desprotegida.

Un toro que saltó al tendido de la plaza.Foto Navarro.1954
CANTINFLAS EN LA PLAZA DE TOROS

En el recuerdo de la plaza de toros El Bosque, el personaje cómico más famoso que debutó fue Mario Moreno Cantinflas. Las fotos publicadas por Ritoré Botero en la revista – y otras que circulan entre los coleccionistas de imágenes históricas de Armenia – dan cuenta de ese suceso, porque fue el mas popular y comentado en aquellos años. Los siguientes fueron los comentarios que acompasaron las fotos de la revista, en palabras de Ritoré Botero:

“Lo importante no es el éxito taurino de Cantinflas, sino el lleno total y la inmigración de gentes de otras latitudes para ver al torero actor… Esa tarde dominical y soleada sirvió para que la plaza se llenara hasta las banderas y, según aficionados de la época, se viera el primer lleno total en nuestra placita de toros”.

“Mario Moreno Cantinflas contempla y es contemplado en una áurea tarde de toros. La actuación del cómico mejicano causó sensación y movilizó públicos de todos los estamentos. Con Cantinflas se escribió la leyenda histórica y se hizo alarde de afición y difusión de nuestra tierra en otras latitudes”.

Mario Moreno Cantinflas en la plaza de toros El Bosque.
Mario Moreno Cantinflas en la plaza de toros El Bosque.
LA PLAZA DE TOROS EN LA ACTUALIDAD

Después del terremoto, la parte externa de la plaza de toros se destruyó. Luego se hizo una reparación de embellecimiento de fachada. Pero este espacio está inerte a la aclamación que antaño la caracterizó. Y con motivo de la promulgación de la ley “No más olé“, ya no será más plaza de toros.

No obstante, las consideraciones de su renacer como centro cultural para funciones artísticas no ha progresado. A pesar de las voces y esfuerzos que abogan por su recuperación para la cultura, un alcalde contempló que podría albergar, mejor, un gran vivero.

Y tampoco se ha tenido en cuenta el proyecto esbozado por los hombres cívicos que claman porque se le preste atención antes que se convierta en otra ruina infraestructural.

Igualmente se ha ignorado el proyecto de otro profesional visionario, el arquitecto José Miguel Jaramillo, quien avizora el plano de una gran obra cultural, extensiva al bosque prístino que la rodea.

¿Cuánto tiempo más esperaremos, para ver este espacio debidamente refaccionado y direccionado a lo cultural?

Las reinas Carmelita Londoño y Amparo Garcia, plaza de toros El Bosque.Foto 1949.
Plaza de toros El Bosque.
Año 1990.