Primera Corrida de Abono. Toros San Antolín 2025. FOTOS: MARIO COLOMER
“El juego de los toros no terminó siendo el esperado, aunque el buen cuarto acabaría salvando la tarde”
Crónica taurina de Fernando Caballero Rojo, colaborador de Palencia en la Red
Se abría el abono de San Antolín con el esperado debut de La Quinta en Campos Góticos. La ganadería de la rama Buendía del encaste Santa Coloma se encontraba en un momento de gracia tras conseguir el primer indulto en la historia de la plaza de Bilbao. En este primer día le tocaba amenizar la corrida a la banda de Carrión de los Condes, irán pasando agrupaciones de la provincia. De Carrión de los Condes es también Pedro Caminero, novillero triunfador en la clase práctica, y que fue considerado salmantino en la crónica del festejo. El juego de los toros no terminó siendo el esperado, aunque el buen cuarto acabaría salvando la tarde. Prácticamente inexistentes fueron los tercios de varas, en una ganadería que acostumbra a dar grandes espectáculos en el primer tercio. Ni amago hicieron los toreros de lucir a sus oponentes, ni un ápice de protesta hubo en el público. Se trató el tercio como un mero trámite, una lástima, y más con esta ganadería.
Entre las meriendas y risas del cuarto salió ‘Bellotero’, una pintura cárdena que terminaría por ser el toro de la tarde. De preciosas hechuras y el color característico de la ganadería, tuvo una clase excepcional y el motor para aguantar una larga y templada faena de Miguel Ángel Perera. Con lentas verónicas lo recibió el extremeño, para después dar un vistoso quite por chicuelinas. Poca pelea hubo en el caballo de Juan Melgar, previa a un buen tercio de banderillas en el que saludaron Daniel Duarte y Vicente Herrera. Brindó al público Perera una faena que empezó en los medios, citando al toro de lejos y pasándose la muleta por la espalda. Hasta dos veces la cambió en un emocionante inicio.
Se fueron sucediendo las tandas por la derecha, con grandes embestidas del toro, que iba a más, luciendo una clase excepcional. Una magnífica serie en los mismísimos medios, donde transcurrió toda la faena, seguida de dos templadísimas series por la izquierda fueron calentando el ambiente, mientras el toro se iba viniendo arriba, sacando a relucir su casta. De rodillas se puso el extremeño para iniciar la serie más templada y rotunda de la faena, con la mano derecha, con dos muletazos a cámara lenta, casi eternos. Cerró con otra serie al ralentí, bordando el temple, que terminó de emocionar al público. Se tiró a matar sin ataduras, dejando una estocada ligeramente caída, que no entró del todo. No fue impedimento para que los enloquecidos tendidos pidiesen con fuerza las dos orejas. La vuelta al ruedo se antojó excesiva para un toro flojo en varas.
Si en su segundo tuvo la cara, previamente había vivido la cruz Perera en el que abría plaza. Desde la salida marcó su mala condición el primero de la tarde, de buena cara. Desentendido en el capote del extremeño, donde empezó a mostrar sus feas embestidas. Apretó en el caballo de Alonso Sánchez, en una pelea eterna de la que salió perdiendo las manos, y lastró al animal para el resto de la faena. Protagonizó Perera una faena deslucida, en la que el toro no hizo ni amago de humillar y absolutamente desentendido de los trastos. Si deslucido embestía por el pitón derecho, por el izquierdo fue peor, pasando por arriba y desarrollando hasta cierto peligro. Lo pasaportó Perera con una estocada desprendida, de baja efectividad.
Mejor condición apuntó Mulato, otro cuatreño de buena presentación, en el capote de Emilio de Justo, que le recibió llevándoselo a los medios en una demostración de lidia por parte del Torrejoncillo. Al caballo lo llevó por unos estéticos delantales y el quite, con unas templadas y ajustadas chicuelinas culminó una magnífica demostración de repertorio capotero. Brindó al cielo una faena con un gran inicio por doblones, culminado con pausados muletazos con ambas manos. Un reflejo de una faena en la que el toro entraba bien en la muleta, pero salía por arriba y completamente desentendido. Los defectos se acrecentaban por el izquierdo, donde todo lo quería por arriba. Trató de tapar los defectos De Justo en una faena fundamentada en la mano derecha, sin duda el pitón del toro. Cerró con unos airados derechazos sin ayuda y unas manoletinas. Un pinchazo hondo y una estocada desprendida que tuvo que descabellar le valieron para cortar una excesiva oreja y abrir el casillero de la tarde.
Menos pudo hacer con el segundo de su lote, que hizo gala desde la salida de su falta de fuerzas. Un despropósito en la lidia fue el tercio de varas, de pelea inexistente en el caballo, como un despropósito fue el tercio de banderillas. Ya en la muleta, mostró embestidas dispares, aunque por lo general fueron buenas, yendo largo, aunque siempre mejor por el pitón derecho. Rápido se vino a menos el de La Quinta, que apenas aguantaba series largas. Un bonito cierre con derechazos sin ayuda levantó al público, antes de dos pinchazos, uno bajo y otro alto, y una estocada baja que le privaron de cualquier opción de premio.
Bonita estampa dejó el joven Clemente en el tercero de la tarde. Tres bellos recortes de rodillas, un pase de lo más gallista, en una estampa muy morantista. Fue lo poco lúcido en el recibo con el capote al tercero de la tarde, de embestidas irregulares en las telas del francés. Brindó al público, para empezar la faena citando de lejos al toro, que ya venía mostrando su mala embestida, sosa y sin un ápice de humillación. Perdió las manos varias veces por la falta de fuerzas. Poco pudo hacer Clemente con un oponente que pasaba sin ningún interés, quedándose corto. Trató el galo de levantar al público con alardes de valor, pero los mayores olés llegaban desde el callejón (otro tema digno de estudio). Mató de estocada tendida.
Inédito quedó también con el cierraplaza, incierto de salida, sin terminar de fijarse en ningún capote. Trató Clemente de lucirlo en el caballo, colocándolo a una cierta distancia. Se arrancó bien el toro y dio buena pelea en varas, en lo que acabó siendo un despropósito. El picador José María González sacó a relucir todo el catálogo de malas prácticas en el primer tercio, y acabó casi en los medios, tapando la salida al toro, en una imagen dantesca, lejos de lo que prometía el terco. No quiso embestir nada el de La Quinta, desentendido del matador, y haciendo constantes amagos de rajarse. Mató Clemente de bajonazo. Tendría que haber vuelto a entrar a matar, pero lo acabó pasaportando al segundo descabello.
- Plaza de toros de Palencia. 30 de agosto de 2025. Primera de abono. Media plaza.
- Toros de La Quinta, de presentación ajustada y escaso juego, a excepción del cuarto, premiado con la vuelta al ruedo. Primero, tercero y sexto pitados en el arrastre.
- Miguel Ángel Perera, silencio y dos orejas.
- Emilio de Justo, oreja y silencio.
- Clemente, silencio y silencio.
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