Novak Djokovic, antes celebrado como ejemplo y orgullo de Serbia, es ahora tachado de “traidor” por medios y personas cercanas al presidente Aleksandar Vucic, tras respaldar las protestas estudiantiles que demandan nuevas elecciones.
Desde noviembre del año pasado, los estudiantes lideran unas manifestaciones multitudinarias contra la corrupción y en favor del Estado de derecho, surgidas tras el colapso de una marquesina en una estación de trenes en Novi Sad, en noviembre pasado, que dejó 16 muertos.
El gobierno, y Vucic, que domina la política serbia desde 2012, califican las protestas como una “revolución de colores” promovida desde el extranjero y califican a los estudiantes y sus simpatizantes de “traidores” y enemigos» del Estado.
Djokovic se pronunció por primera vez sobre la tragedia en Novi Sad a mediados de diciembre pasado y, en enero, dedicó una de sus victorias a una estudiante que durante unas protestas fue atropellada por un coche y terminó en el hospital con heridas. También se vio a Djokovic en un partido de baloncesto en Belgrado con una sudadera con el lema “Los estudiantes son campeones”. Y el 15 de marzo pasado, cuando unas 300.000 personas salieron a las calles de Belgrado para protestar contra el régimen de Vucic, el tenista compartió fotos de la marcha en Instagram y agregó: “¡Histórico, magnífico!”. “Serbia tiene un enorme potencial y su juventud educada es su mayor fortaleza. Lo que todos necesitamos es comprensión y respeto. Con vosotros, Novak”, escribió en sus redes sociales.
Además, Djokovic celebró sus victorias en el reciente torneo de Wimbledon con el gesto de inflar algo, siguiendo unos de los lemas de las protestas (‘Pump it up’), con el significado de mantener la presión sobre el Gobierno. Después de eso, los medios afines al gobierno, como ‘Informer’, pasaron a calificar al tenista, ganador de 24 ‘Grand slam’, como una “vergüenza”, “partidario de la violencia” o incluso de “falso patriota”.
La estrella del tenis de 38 años, que nunca ha criticado directamente a Vucic ni al Gobierno serbio, negó que su celebración en Wimbledon tuviera un sentido político y aseguró que se trataba de un guiño a sus hijos inspirado en la canción ‘Pump it up’.
“Los medios afines al gobierno difunden una imagen falsa de Serbia y atacan públicamente a los críticos”, explicó a EFE el analista y periodista Ivan Protic.
Vucic felicitaba con frecuencia a Novak
“Novak es el orgullo de nuestro pueblo y el mejor embajador de Serbia en el mundo. Cada una de sus victorias es un triunfo para Serbia”, destacaba el político antes del apoyo del tenista a las protestas. “Para Vucic y su personalidad narcisista es especialmente ofensivo que en las redes sociales a menudo se proponga que Djokovic se postule para presidente”, explica Protic la actual aversión del presidente hacia el tenista.
“Todos los gobiernos en Serbia han utilizado los éxitos de los deportistas para aumentar su popularidad e integrarlos en las filas de sus partidos”, recuerda el analista. Pero ahora, cuando un deportista se opone y critica al gobierno, incluso una estrella mundial como Djokovic, termina siendo un “don nadie”, un “traidor” o un “deportista poco destacado”, concluye.