Campeón individual de LIV Golf hace apenas una semana, Jon Rahm volvió a echarse un anillo al dedo siete días después. En este caso, el que proclama a su Legion XIII como el mejor equipo del circuito saudí, que echó el telón a su temporada 2025 con el de Barrika nuevamente tocando chapa. Doblete en su segunda temporada en LIV para Rahmbo, que ejerció de capitán a las mil maravillas en la final y fue determinante para vencer, en el desempate y junto con su escudero Tyrrell Hatton, a los Crushers de un Bryson DeChambeau estelar. A los 18 millones de dólares que se embolsó por ser campeón individual, Jon recibe ahora 1,4 ‘kilos’ más del total de 14 que van a parar a Legion XIII (el 60% se queda en las arcas del equipo).
Lo tuvo todo la final por equipos de LIV en The Cardinal at Saint John’s de Michigan, un formato discutido en los orígenes de la superliga saudí pero que entregó un domingo de golf la mar de entretenido y emocionante. Los tres mejores equipos de los dos días previos se enfrentaron en formato stroke play, contando los golpes de los cuatro miembros de cada conjunto, y por eso fue fundamental el gran hacer de Tom McKibbin y Caleb Surratt para doblegar a los Crushers, campeones en 2023, y los Stinger. Los dos jóvenes de Legion XIII, 22 y 21 años, respectivamente, fueron los primeros en salir y lo hicieron lanzados: tres birdies para cada uno en los tres primeros hoyos.
Salvo un amago de meterse en la pelea en el ecuador de la jornada, los sudafricanos Stinger (Louis Oosthuizen, Charl Schwartzel, Branden Grace y Dean Burmester) nunca estuvieron en la pomada, y es que acabaron a ocho golpes del triunfo, por lo que la final a tres se convirtió en un cara a cara entre Legion XIII y los Crushers. Tuvieron un buen día Paul Casey y Anirban Lahiri (-5 cada uno), correcto fue el de Charles Howell III (-2), pero la gran estrella fue un pletórico Bryson DeChambeau, que tiró 62 golpes (-8) en una exhibición con el driver, algo esperado, y también con el putt. La catarsis golfística del ganador de dos grandes disparó a los Crushers, que en el tramo final tomaron una ventaja de cinco golpes, algo que parecía ya insalvable para la Legion de Rahm.
Porque, para más inri, quienes no terminaban de arrancar en los legionarios eran sus dos líderes, Rahm y Hatton. Cumplieron con creces McKibbin (-5) y Surratt (-6), que culminaron una semana fantástica en la que vencieron en sus dos foursomes, pero mientras tanto los dos europeos se mostraron mucho más terrenales. Jon (-5) comenzó con tres birdies en los cuatro primeros hoyos y a partir de ahí encadenó 12 pares seguidos, mientras que Tyrrell (-4) tuvo muchos problemas para encontrar la calle y los birdies. Sin embargo, estas dos bestias competitivas no se permitieron abandonar a su equipo, y firmaron un desenlace apoteósico.
Con los Crushers a un golpe tras un birdie de Jon al 17, Hatton logró en el 18 un sensacional birdie que puso el empate a -19. Todo quedó en manos de DeChambeau y Rahm, que encararon el último hoyo en un desenlace de película. Por si eso no fuera suficiente, los dos gigantes del circuito se anotaron el birdie, y la final fue al desempate. Los capitanes eligieron a Hatton y Casey como escuderos en el playoff, y el primer match-ball fue para los Crushers. Jon perdonó con el putt, Bryson acertó y puso toda la presión en Tyrrell, en quien no había ni rastro de las malas sensaciones de gran parte de la jornada. El inglés metió su putt por los pelos y forzó un segundo hoyo en el que Legion XIII dominó: prodigiosos approaches de los legionarios, y el fallo de DeChambeau en su tiro a green fue la bandera blanca de los Crushers. Se dio el gusto Rahm de acabar con birdie para quitarse de cuajo la espina que traía del año pasado, cuando se perdió la final por equipos por enfermedad.
“Es difícil encontrar las palabras, no habíamos tenido un buen día hoy, ni durante toda la semana. Los jóvenes jugaron muy bien, nos llevaron hasta el final, y Tyrrell y yo espabilamos en ese final. Mejor ahí que nunca. Es una sensación increíble. Ha sido un año largo, estoy feliz por haber ganado al fin un playoff, es increíble, estoy muy orgulloso. Haberlo conseguido significa mucho. Ha sido un camino largo y ellos han aparecido, estoy muy feliz por esto. Bryson ha jugado un golf increíble, el putt le ha funcionado, el driver ha sido tremendo. Estoy feliz por haberle igualado con birdies al final“, dijo un emocionado Rahm, que ha ganado tres de las cuatro clasificaciones generales en las que ha participado en LIV Golf (y eso que no compitió en la única que no se llevó).
Hicieron valer su condición de favoritos los legionarios, que durante la temporada regular habían ganado la clasificación por equipos en cuatro torneos, y se llevaron la mayor parte de la bolsa de premios de 50 millones de dólares que había en juego. Premio de 14 millones (unos 12.000.000 de euros) para Legion XIII, de los cuales 8,4 van para las arcas del equipo, mientras que los cuatro jugadores se embolsan 1,4 kilos cada uno. En total, Rahm ha percibido esta temporada en premios 37.258.792 dólares (unos 31,7 millones de euros), casi lo mismo que en 2024, y en dos temporadas en LIV ha ganado, sin contar el contrato fijo que firmó, 75.100.625 dólares (64 millones de euros)… ‘apenas’ dos kilos menos que lo que percibió en ocho años en el PGA Tour. La gloria económica para el de Barrika es indudable, y él se está encargando de acompañarla también con una larga lista de éxitos deportivos. Ahora, con un épico doblete de anillos.
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