Tarde ventosa en el cielo de Pedrajas, pero a su coso llegaron otros «vientos» llenos de torería plena que inundaron los tendidos de olés, de emoción y de toreo caro. Sobre todo del joven novillero catalán Mario Vilau, quien ya nos había dejado asombrados en la pasada feria de Iscar. Y en Pedrajas repitió.

Mario Vilau

En ambos utreros, nobles y bravos, del criador sevillano Gabriel Rojas, se lució y los lució Mario Vilau con un toreo explosivo que puso el ay en el tendido (media plaza como todos los días). Pero además, logró convencer a la parroquia con un toreo alegre, variado y a la vez clásico;

Le costó a los parroquianos entrar en acción. Estaban fríos, como el viento que se colaba por el coqueto coso pedrajero, que por cierto lleva el nombre de ‘Julio César Merino Pérez’, un personaje generoso y lleno de humanidad que ejerció de policía local en Pedrajas durante años.

Pero cuando el público se dio cuenta de la importancia de la faena, sobre todo al gran utrero primero, los olés y las palmas echaban humo. Y con la espada, un cañón. Le pidieron las orejas con fuerza y el usía las concedió.

Y es que, desde ponerse a portagayola, largas cambiadas, manejo de la franela con auténtico primor y jugándosela en cada momento de la lidia, es de un mérito tremendo. Y además ejecuta la suerte suprema de forma efectiva.

¡Ojo con este novillero de Hospitalet de Llobregat, formado en la Escuela Taurina de Cataluña, donde está considerado la principal promesa del toreo catalán! Falta les hace. Ya que no hay toros por mor de la política, al menos que salgan toreros.

El novillo fue aplaudido con fuerza en el arrastre. Sólo faltó al presidente algo de sensibilidad para haber ordenado con su pañuelo azul dar una merecidísima vuelta al ruedo al gran novillo.

Fidel San Román

Ganadero y arquitecto, este espigado novillero que debutó con picadores el pasado mes de mayo (o sea nuevo, nuevo), venía sustituyendo al anunciado Tomás González. Rayó a buena altura gracias a su entrega, decisión y valentía, a pesar de sus escasos festejos.

Cortó una oreja de cada oponente y calentó el tendido con sus animosas voces. Pero si aspiraba a salir en volandas junto a su compañero, lo consiguió.

El ganado

Todos los utreros estaban lustrosos, con presentación desigual, pero embistiendo como máquinas, y todos cumplieron en el jaco del piquero, unos más y otros lo justo. Pero pusieron emoción en una tarde memorable para recordar. No es habitual que en un festejo salgan cuatro novillos de buen juego.

La salida de los dos diestros por la puerta grande, junto al ganadero, fue largamente ovacionada. El cierre de ‘El Piñón de España’, en su XXVI edición, será recordado por mucho tiempo ¡Viva la vida y viva el toreo!

Los detalles humanos de la tarde

El detalle humano vino por parte de la empresa que gestiona el coso: Euro Tauro Luján, que había sugerido a ambos novilleros brindar a «El Cholo», besando simbólicamente el cartel que estaba ubicado encima de la puerta de toriles con su nombre, como hizo Vilau, o dejando la montera en un pilar de la barrera como hizo San Román. Y al final del festejo salieron los bueyes de «El Cholo» que fueron largamente aplaudidos. ¡Fuerza Cholo!

La banda de música interpretó el Himno Nacional tras el paseillo y deleitó a la concurrencia con innumerables pasodobles durante la lidia. En un burladero del callejón se encontraba el presidente de la Diputación, Conrado Iscar, al que acompañaba Alfonso Romo, alcalde pedrajero que es un buen aficionado.