Pedro Piqueras ha debutado este lunes, a todos los efectos, como nuevo colaborador de Mañaneros 360. Decíamos ‘a todos los efectos’ porque el expresentador de Informativos Telecinco ya se dejó ver en el magacín de La 1 a principios de agosto, aunque ha sido este 1 de septiembre cuando lo ha hecho por primera vez como miembro de pleno derecho del programa conducido por Javier Ruiz. “Se incorpora a este equipo el hombre del sosiego, la reflexión y la calma”, ha dicho el conductor para presentar a Piqueras, que ha esbozado una pequeña sonrisa al escuchar semejante presentación: “Ya quisiera ser yo el hombre del sosiego”.
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Durante su conversación, Ruiz y Piqueras han abordado varios temas de actualidad. Por ejemplo, la posibilidad de que haya un pacto de Estado sobre el cambio climático. “Es muy difícil por muchas circunstancias. Estamos viviendo un momento muy especial de polarización política”, ha dicho el albaceteño, que se ha definido a sí mismo como “pactista”, pues él siempre aboga por “pactar y no llegar a la confrontación”.
Sin embargo, asume que “se están normalizando posturas extremas que hasta ahora no considerábamos normales”. “El problema es que entre todos, de algún modo, estamos blanqueando la existencia de estas posiciones”, ha añadido Piqueras, que cree que falta reivindicar “que el acuerdo es posible entre posturas diferentes”. “Algún día nos arrepentiremos de no seguir por la vía de la cordura y la tranquilidad”, ha vaticinado sobre la polarización y la crispación que existe actualmente en nuestro país.
Santaolalla: “Llevo tiempo sufriendo acoso y violencia”
Antes de la conexión con Pedro Piqueras, Javier Ruiz ha hablado con y de Sarah Santaolalla, tertuliana de su programa que lleva siendo noticia desde que, hace unos días, dijera precisamente en Mañaneros 360 que hay que ser “muy idiota” para seguir creyendo en el Partido Popular. Desde las filas populares interpretaron sus palabras como un insulto a sus votantes, de ahí que salieran públicamente a pedir a RTVE que prescinda de ella.
El PP lo hizo a través de su vicesecretario de Educación e Igualdad, Jaime de los Santos, que causó controversia por decir lo siguiente: “En el Gobierno de Pedro Sánchez estamos acostumbrados a que, incluso a mujeres prostituidas, se las pague del erario público y se las enchufe a empresas públicas, pero que ahora el ente público tenga que aguantar que esta señorita se permita insultar a más de 11 millones de ciudadanos pues es, como poco, para que dimita. Pero ya que no dimite, para que el ente la eche de manera inmediata”.
“Aquí no se premia, pero desde luego, no se castiga a los colaboradores de este programa se siente quien se siente en esta silla, la mía. Los colaboradores de los que se está hablando estaban en este programa estaban antes de que llegara yo (…) El orden rompe todo el relato. No es verdad que nadie haya traído a, lo que se ha hecho es no castigar a. Hay gente en esta mesa con más antigüedad que yo en esta mesa”, ha dicho Ruiz para negar cualquier tipo de enchufismo por su parte.
“No voy a permitir manipulaciones del tipo de insultar a una población o a 11 millones de personas, porque jamás ha sido eso. Yo defino las políticas del PP y Vox, como hago con las de otras fuerzas políticas, pero en ese caso fue del PP y Vox. Jamás a los españoles, a los que tengo muchísimo más respeto que quienes les ningunea”, ha señalado, por su parte, Santaolalla, que ya contestó hace unos días a De los Santos en Malas lenguas y que ha aprovechado su presencia en Mañaneros para denunciar que lleva “sufriendo mucho tiempo acoso y violencia” y “siendo perseguida en las redes sociales y en la calle”.
“Llevo mucho tiempo denunciando a gente como Desokupa, a partidos de extrema derecha, a tuiteros de extrema derecha y el acoso en todas partes. Y estoy empezando a tener miedo cuando no veo diferencias en los discursos de un cargo público, al cual pagamos todos, y de un youtuber. Tengo mucho miedo de que podamos permitir que, sea quien sea, un ciudadano que nos esté viendo o un miembro de esta mesa, a mi derecha, pueda ser insultada prostituta”, ha continuado la colaboradora, que también ha sido protagonista de un debate en En boca de todos (Cuatro), otro de los programas de televisión en los que participa habitualmente.
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“Creo que estamos llegando a un punto muy peligroso que no se puede permitir nuestra democracia. Y yo no puedo ser utilizada como arma arrojadiza para llegar a La Moncloa o pisar una moqueta. Creo que hay que dejar en paz a la prensa, a los profesionales y a los ciudadanos, porque nadie merece ser perseguido ni insultado”, ha dicho, por último, la analista política.