Martes, 2 de septiembre 2025, 00:32
| Actualizado 06:56h.
Desde su reaparición en La Vuelta en 2011 tras más de tres décadas de ausencia, Bilbao ha sido meta y salida de etapa en cuatro ocasiones. No ha habido vez que la carrera haya pasado por el territorio desde entonces en la que la villa no haya sido escenario de inicio o llegada -o ambas- de al menos una etapa.
Los ciclistas saldrán de las inmediaciones de San Mamés a las 13.30 h. para iniciar, en caravana, el tramo neutralizado.
El banderazo de salida se dará en la recta entre Asua y Loiu, metros antes del inicio de la subida a Unbe.
En el alto de Unbe girarán a la derecha, para coronar unos cientos de metros después lo que la organización ha denominado Alto de Laukiz (de tercera categoría). Son 3,9 kilómetros con una pendiente media del 4,7%.
El siguiente obstáculo de entidad es el puerto de Sollube, que ascenderán desde el interior, por la carretera que viene de Mungia, y desciende posteriormente a la costa en Bermeo.
Sollube es un mito en el imaginario ciclista del País Vasco. Pese al parón de La Vuelta en Euskadi, sigue siendo de los puertos más por los que más veces ha pasado la carrera. En esta ocasión se sube por la vertiente sur (7,2 kilómetros al 4,2%) y será clave para formar la fuga.
Conterno se agarra a Bahamontes en Sollube, en la Vuelta de 1956
El Correo
Luego recorrerán la margen izquierda de la ría de Gernika para llegar a Munitibar y culminar posteriorente el ascenso al Balcón de Bizkaia desde Munitibar: 4,3 kilómetros al 5,4%
Morga es la siguiente dificultad: 8,2 kilómetros al 3,5%. A partir de aquí comienza la segunda mitad de la etapa, donde se concentra la secuencia de ascensiones más duras.
El ascenso al Vivero desde Galdakao se va a producir dos veces por el mismo trazado. Es una ascensión de mayor entidad que las anteriores.
La forma de afrontar los dos pasos por el Vivero decidirá si el triunfo de etapa será para la escapada o para el pelotón. Se subirá por la misma vertiente, desde Galdakao (4,3 kilómetros al 8,3%), con rampas muy duras al inicio.
Igor Antón escapado en el segundo paso por El Vivero en 2011. .
Telepress
Entre la primera y la segunda ascensión al Alto del Vivero, la carrera cruzará la línea de meta y atravesará la ciudad para volver a subir al Vivero desde Galdakao.
Entre los pasos por el Alto del Vivero se hará un primer paso por meta. Está instalada en la Gran Vía bilbaína, en el mismo punto en el que ganó Marc Soler en la etapa de 2022 y Gilbert en 2019.
Marc Soler cruza la meta en 2022 en el mismo lugar en el que está instalada en esta ocasión.
Ander Gillenea
En la segunda ascensión, en la cima, girarán a la derecha para descender hacia Lezama y pasar por Zamudio y Derio camino de Sondika.
Un desvío en Sondika llevará a la última ascensión de la etapa, seguramente clave en el desenlace de la misma. Pike Bidea es un muro cuyas cifras engañan. En total son 2,3 kilómetros al 8,9%, pero la pendiente media del último kilómetro es del 12%.
La última ascensión de la etapa será un calco al final escogido por el Tour. Desde Sondika, la cuesta de Pike Bidea (2,3 kilómetros al 8,9%) se estrena en La Vuelta. En su último kilómetro, al 12% de media, Pogacar no pudo soltar a Vingegaard en el inicio del Tour de 2023.
Adam Yates tira de Pogacar y Vingegaard en un pasillo de ikurriñas y camisetas del Euskaltel durante la etapa inicial del Tour 2023
Luis Ángel Gómez
La carrera llega al centro de la ciudad por el puente Euskalduna para finalizar en la Gran Vía, antes de la plaza Moyua. La llegada está prevista para las 17.20 horas.
Si alguien ha coronado Pike Bidea en solitario es probable que llegue solo a la meta, que está situada a solo 7,8 km de distancia y 200 metros más abajo.
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