Es el torero estrella. Sin ninguna duda. Y ayer eclipsó a todo un Andrés Roca Rey, el torero al que la plaza de Toros de Pamplona adora y rinde culto en cada Sanfermines. El Rey. Pero en la tarde del 9 de julio, el arte y también la fortuna sonrieron a Morante de la Puebla que salió a hombros de la plaza, junto a Tomás Rufo, el otro triunfador de la jornada.
Morante protagonizó también un incidente en la corrida, cuando lanzó una peineta a un joven de los tendidos que le había arrojado cubitos de hielo. Así explicaba hoy el diestro a Diario de Navarra lo sucedido, y lo hacía justo al salir de su hotel, La Perla camino del apartado: “El que miren hacia otro lado, el que tengan sus cánticos, eso me parece bien. Es su fiesta y lo respeto mucho. Pero que te lancen objetos, sobre todo los cubitos de hielo, y además te tiran a dar. Eso me parece una falta de respeto total. Porque nosotros estamos haciendo nuestro trabajo y a nadie le gusta que le agredan. El chaval me miraba y me tiró con todas sus ganas. Sólo fue por eso. Mi gesto fue un pronto, que me salió, y de los que luego se olvidan”.
Morante protagonizó la tarde dentro y fuera de la plaza. Dentro, con sus faenas magistrales que le hicieron llevarse el aplauso de los tendidos. Pero fuera, también, luego, con su espectacular salida a hombros. Un gran gentío, con mucha gente joven, esperaba esta salida de los maestros. En el caso de Morante, es sabido que arrastra pasiones, entre los más aficionados a la tauromaquia y entre una numerosa tropa de jóvenes que le siguen por su personalidad; arte puro, sin complejos y una figura tradicional donde las haya. De las que se fuma un puro cada tarde en el patio de caballos para relajarse antes de salir a la lidia.
Este miércoles, ese gentío acompañaba al torero a la salida, lo rodeó cuando se montaba en su furgoneta y lo siguió hasta el Hotel La Perla, establecimiento taurino como pocos, en plena Plaza del Castillo, donde se alojó. Y donde tuvo que salir al balcón a saludar a sus seguidores después de llegar. Sus fans le gritaban el ya famoso: “¡José Antonio, Morante de la Puebla!”.
Es la primera puerta grande de Morante de la Puebla en Pamplona. Así lo han visto los críticos taurinos de los principales medios nacionales:
Rosario Pérez en ABC titula “Y Morante rindió Pamplona”. Solemne su toreo en medio de aquel barullo. Qué cátedra de saber estar, qué magisterio, de valor y de torería que impartió en esta histórica temporada que ilumina su nombre”.
Zabala de la Serna escribía en El Mundo: “Volvió a romper el torero más grande que haya parido madre otro techo en su carrera en este 2025 antológico con la primera puerta grande de su carrera. Pero no sólo: lo asombroso es hacerlo en Pamplona por el camino de la ortodoxia, y meter por tanto a Pamplona en el buen toreo. Y conquistar lo inaudito, lo insólito: seducirla en el toro del bocadillo -en 30 años no vi nada igual- con el peso de lo auténtico. Y sin un solo circular en el feudo de Roca Rey y ante Roca Rey”.
Paco Aguado en la edición digital de El País, señala:” Pero, por encima de la estadística y de la amplia generosidad de público y palco en uno de los días más señalados de la feria sanferminera cabe destacar ese soberbio manejo de la espada de Morante, en esa suerte suprema que, sin tanta lírica como provoca su toreo de capa y muleta, lleva tiempo practicando con idéntica pureza y perfección técnica”.