Que Nova Twins son una de las referencias imprescindibles del rock alternativo británico no es ninguna novedad. Lo sorprendente es que, con cada lanzamiento, siguen encontrando nuevas formas de crecer y evolucionar sin perder ni un ápice de personalidad. En ese sentido, su tercer disco, «Parasites & Butterflies», es probablemente su trabajo más ambicioso hasta la fecha: un retrato de contrastes, de caos y belleza, de fuerza y vulnerabilidad.
Amy Love y Georgia South presentan aquí el reverso humano de Supernova: si aquel era un grito de poder casi sobrehumano, este álbum se atreve a mostrar fragilidad y oscuridad sin dejar de sonar incendiario. Una dualidad que ofrece momentos de embestida total, como «N.O.V.A.» o «Piranha», donde el bajo de Georgia retumba con una distorsión que parece devorarlo todo, y otros donde emerge una delicadeza inesperada, como en «Hummingbird», casi un anti-himno que se atreve a rozar el minimalismo, dejando espacio al duelo y la introspección.
No hacen falta muchos minutos de escucha para confirmar que «Parasites & Butterflies» es la mayor expansión del universo sonoro de Nova Twins. Con la producción de Rich Costey (Muse, Foo Fighters, Deftones), el dúo coquetea con el dubstep en «Sandman» o «Drip», construyendo capas electrónicas que se entrelazan con riffs arrolladores y texturas industriales, pasando incluso por el R&B en Soprano, uno de los cortes más inmediatos del álbum. Una mezcla de géneros que Nova Twins logran hacer sonar natural, como si siempre hubieran habitado este terreno híbrido.
¿Hay momentos menos logrados? Sí: «Hurricane» y «Black Roses» no terminan de despegar como deberían, con estructuras menos redondas. Pero en una obra tan arriesgada, esos tropiezos se sienten como parte del viaje. La energía, el carisma y la química de Amy y Georgia sostienen el conjunto incluso en sus puntos más irregulares.
«Parasites & Butterflies» no busca ser un álbum perfecto; busca ser real. En su mezcla de crudeza y luminosidad, Nova Twins demuestran que la vulnerabilidad también puede ser un arma de poder. Y así, sin pedir permiso ni perdón, confirman que son una de las voces más necesarias del rock alternativo actual.