A los naturales castizos de la villa y corte, también llamados gatos, les encanta repetir el dicho que magnifica su lugar de procedencia. ‘De Madrid … al cielo’, dicen con un orgullo ajeno al disimulo. Y está claro que algunos personajes importantes en la historia del Baskonia, de esos que dejan huella sobre La Senda, se han labrado trayectorias profesionales de alto nivel a lo extenso de sus dilatadas carreras. Como que, también, sus estancias en la capital alavesa les han servido de trampolín. Palancas imposibles de rentabilizar de faltarles méritos en el universo de la canasta. Pero Sergio Scariolo y Jorge Garbajosa han mostrado los suficientes y más para que se les recuerde aquí. ‘De Vitoria al firmamento’ les encajaría como un lema apropiado.

Desde la semana pasada y hasta el domingo de la próxima se celebra el Eurobasket, la concentración de selecciones nacionales que buscan relevar a España en lo más alto del podio. Y las cámaras de televisión se detuvieron en la jornada inaugural para La Roja, saldada de mala manera mediante una derrota por inferioridad ante la discreta Georgia, en ambos. El técnico italiano ocupaba el banquillo de La Familia. Trepando el plano a través de unas gradas casi vacías, la imagen de quien se transformó en un ‘cuatro’ moderno –abierto al arco de tres puntos– de la mano de Mike D’Antoni y Ettore Messina en Treviso.

Scariolo permaneció tres años en la capital alavesa durante dos etapas separadas por década y media. El estratega de Brescia, triunfador prematuro en su país de origen al ganar la Lega con el equipo de Pesaro a los veintinueve años de edad, dejó el Fortitudo de Bolonia para aceptar el reto de Josean Querejeta en 1997. Dos temporadas de un baloncesto de alta escuela que se resolvieron    con el subcampeonato de la ACB tras dominar la fase regular y caer en el cruce definitivo con el Manresa de Creus y la Copa conquistada en Valencia frente al conjunto de Sevilla.

Ahora que el club azulgrana presenta a un compatriota suyo se entienden los parecidos razonables entre el hombre que dejará en unos días la selección española y Paolo Galbiati, otro preparador joven que llega a Betoño veintiocho años después del primer advenimiento de Sergio. Porque quien asume por segunda vez los mandos de la ‘Casa Blanca’ cumplió otro ejercicio en Zurbano (2013-2014) antes de retomar el banquillo nacional. Un claro ejemplo de reposiciones que tanto se han vivido aquí.

A Garbajosa lo reclutó el Baskonia en la edad cadete. Amigo inseparable de Carlos Cazorla, el madrileño de Torrejón siempre deparó señales de buena cabeza, discurso coherente y ciertas dotes de mando aprendidas en esas peleas internas a diario con Ramón Rivas. Seis cursos en la entidad alavesa que le valieron la Recopa de 1996. Un año seguramente inolvidable para él porque cumplió la mayoría de edad en pleno ambiente hostil del Pionir por la presencia del croata Velimir Perasovic. La noche de diciembre en la que el cuadro de Manel Comas derrotó al Partizan en una Belgrado nevada, una meta volante fundamental para levantar el trofeo ante el PAOK en el Fernando Buesa Arena.

Ambos han trabajado juntos en el Baskonia, el Unicaja, el Khimki y el combinado nacional

Ambos personajes han coincidido varias veces a lo largo de sus trayectorias. Los caminos convergentes les juntaron en Vitoria durante el primer bienio de Scariolo. Resulta evidente que las características deportivas de Jorge, un tipo inteligente sobre el parqué, siempre han agradado a Sergio. Después del título copero como azulgranas compartieron retos en aquel notable Unicaja (una ACB y otro título del k.o.)    y en el Khimki ruso. Además de, por supuesto, el combinado nacional. Una etapa en La Roja repleta de medallas en Mundiales, Juegos Olímpicos y Europeos.

No acaban ahí los paralelismos. Aunque en distintas épocas, ambos han trabajado para Torondo y Real Madrid. La mejor era de Garbajosa en la NBA se localiza en la franquicia canadiense, donde Scariolo logró el anillo de 2019 como asistente. El ala-pívot, colchonero declarado antes de firmar por el club de Concha Espina, también defendió el escudo blanco en el epílogo de su carrera.

Aún hay más. Y no es un asunto menor. En cierto modo, los dos exazulgranas invirtieron la escala de mando. El jugador a las órdenes del técnico en Vitoria, Málaga, el entorno de Moscú y el combinado nacional pasó a convertirse en jefe del estratega al valorarlos desde su conocimiento directo. Jorge presidió la Federación Española entre 2016 y 2023, siete ejercicios en los que el italiano adiestró a La Familia. Y ya van dos desde que aquel joven doctorado en Belgrado asume el mayor cargo de la FIBA en Europa. Historia de dos triunfadores con pasado fértil en Vitoria.