Casa Mira reduce su presencia en el Centro de Málaga. La popular heladería malagueña acaba de cerrar uno de los locales más emblemáticos de toda … la ciudad: el ubicado en la calle Andrés Pérez. El negocio, dirigido por el empresario Fernando Mira, cerró por vacaciones al terminar la Feria y no volverá a abrir sus puertas.
Según ha podido saber SUR, el cierre produce después de que el edificio haya sido vendido a unos nuevos propietarios. Casa Mira funcionaba bien en dicha localización, contaba con una amplia clientela diaria e incluso había ayudado a revitalizar todo el entorno de calle Carretería, pero cuestiones ajenas a su propietario le han forzado a salir de allí.
Pese al cierre, el empresario malagueño no dejará la actividad heladera y turronera, ya que continuará atendiendo a todos sus clientes en los locales de La Victoria (calle Compás de la Victoria, 1) y Carranque (Plaza Pio XII, 6). «La vida son proyectos y este ha tocado a su fin», resume.
Aspecto interior de la heladería ubicada en la calle Andrés Pérez.
Sur
Casa Mira abrió en Andrés Pérez a finales de 2014, por lo que acababa de cumplir una década en la calle. Durante todos estos años ha contribuido a la mejora de la vía y de todo el entorno, ya que hasta entonces era una zona algo oscura y con poco paso de personas.
Como informó entonces este periódico, Mira rehabilitó un edificio del siglo XIX para instalar allí su cuartel general. El establecimiento ofrecía helados, una tienda especializada en productos del turrón y una cafetería. Durante años ha contado con una gran clientela local y numerosos turistas que incluso hacían cola a la espera de que se quedara alguna mesa libre en su interior.
A diferencia de otros negocios que se encuentran en el Centro, incluso la heladería que hay en calle Larios (y que pertenece a otro familiar), su encanto radicaba en el gusto con el que estaba decorado el local. Los clientes se sentaban en cómodas sillas y sillones con vistas a un pequeño patio central y rodeados de motivos de la antigua Farmacia Laza, que estuvo en la calle Molina Lario durante la misma época. Otro de sus referentes, que quedarán para el recuerdo, es el enorme mostrador de azulejos blancos que recibía a todos los visitantes.
Propiedad de la familia
El local de la calle Andrés Pérez era propiedad de su familia. De hecho, fue el lugar en el que vivían sus padres y era utilizado como almacén desde el año 1975. Para su apertura tuvo que realizar una actuación integral, ya que se encontraba casi en ruina, y realizar una inversión cercana a los 100.000 euros. En dicho establecimiento lanzó la marca Libo, de productos gourmet, en honor a su padre (que se llamaba Liborio).
Fernando es bisnieto de Severino Mira, primer familiar que salió de Jijona rumbo a Málaga con idea de vender turrones transportados a lomos de burros. Tras el éxito que obtuvo en su primer viaje, decidió volver, ya en carros, para quedarse con su familia en un humilde despacho de venta.
Con el paso de los años, esta familia de turroneros decidió ampliar el negocio con la venta de helados, algo que mantienen hasta la fecha y con gran popularidad. Para hacerlos en esa primera época, hace ya 100 años, utilizaba la nieve que traía en carretas desde la Sierra de las Nieves. En la actualidad, Casa Mira mantiene abiertas cuatro tiendas en la ciudad, dos en el Centro y otras dos en los barrios, las referidas de La Victoria y Carranque.