Lo que necesitas saber:

Te contamos todo sobre el Indie Sleaze, cuando skinny jeans y los colores neón reinaban junto al dance-rock fiestero que se coló hasta la electrónica.

Alrededor de 2005 y hasta 2012 aproximadamente, una generación de bandas y su público dio forma a un movimiento que, más que un género en lo estrictamente sonoro, fue una estética y un espíritu: el Indie Sleaze. Nombrado en redes en 2021, se refirió a un tiempo marcado por videos de fiestas sudorosas en clubs pequeños, moda desaliñada pero cargada de intención, y un sonido que mezclaba guitarras ásperas con beats electrónicos.

Antes del reinado de la era del streaming, este movimiento capturó la energía del exceso juvenil, el triunfo de lo indie y abrió el camino para que los artistas indie pudieran llegar al mainstream.

Los orígenes de un movimiento desafiante y bailable

Resulta que el Indie Sleaze nació en ciudades como Nueva York, Londres y Los Ángeles, donde la escena nocturna y la cultura blogger se cruzaron con la música independiente. Para echarnos un brinco al pasado, el Indie Sleaze se alimentó de MySpace, de la fotografía amateur con flash directo y de una actitud irreverente frente a lo que en ese entonces era mainstream.

Podemos verlo como el hijo del garage revival de principios de los 2000 (The Strokes, Yeah Yeah Yeahs) pero también como un resultado del avance permante del software musical que permitió a muchos mezclar rock con electrónica sin pedir permiso a nadie. Nosotros también usábamos tecnología obsoleta, como los inicios del MySpace, para conocer más bandas que estaban surgiendo en esos años.

El Indie Sleaze y sus elementos característicos

Aunque hubo bastante variedad en el sonido del Indie Sleaze, algunos de los elementos comunes era guitarras crudas y distorsionadas, a menudo repetitivas a manera de loop (The Rapture, LCD Soundsystem), ritmos de pista de baile, inspirados en el electroclash y el dance-rock (The Wombats, MGMT).

Aunque hubieron excelentes vocalistas como Karen O y Andrew VanWyngarden, reinaron las voces despreocupadas, a veces gritadas, a veces arrastradas, cargadas de ironía, como la voz de James Murphy, quizás uno de los líderes más icónicos del movimiento.

Hasta la electrínica tenía tintes de un rock con estética DIY (do it yourself), con proyectos como Digitalism o hasta Calvin Harris mostrando ese lado con su icónico disco I Created Disco (2007).

Si nos vamos a lo visual, reinaban los skinny jeans, colores neón y hasta tirantes o lentes de pasta gruesa, podemos consultar una cuenta con bastantes seguidores que ha creado muchos memes sobre este movimiento, y simplemente se conoce como @indiesleaze, en la que vemos posteos de la moda que se seguía en esos años, y hasta memes de algunas bandas del movimiento.

Bandas que formaron parte del Indie Sleaze

LCD Soundsystem, como héroes del dance-rock, con su mezcla de ironía y beats bailables. También escuchábamos en ese entonces a Crystal Castles, que llevó el caos electrónico al extremo, con electrónica con sonidos glitch y bastante actitud rock. Los inicios de MGMT, Friendly Fires, y hasta The Libertines, mostraban una actitud y sonidos de Indie Sleaze que hicieron a Pete Doherty una figura clásica del movimiento, desaliñado y con una actitud de que le importaba poco el mundo.

Teníamos a los Klaxons, con su etiqueta de “new rave”, un sonido similar en The Rapture y The Wombats. Hay muchos más discos icónicos del movimiento, y se ha incluido desde Bloc Party hasta The Kills.

Del otro lado, menos rockero en sonido pero definitivamente con la misma actitud descarada y una estética de banda de rock tenemos a Justice y Soulwax, desde el lado electrónico.Además, blogs y DJs jugaron un papel decisivo difundiendo estas bandas más allá de las radios tradicionales.

Vemos bastante de la moda del momento en el icónico video de Justice para “D.A.N.C.E.”.

El legado del Indie Sleaze, a años de su final y regreso

El Indie Sleaze, como muchos géneros, se fue apagando por ahí del 2012, en parte por la saturación de propuestas similares y por el ascenso del pop electrónico más pulido, que incluso formó al recession pop (te contamos todo de este género por acá).

Este género abrió camino a la hibridación entre rock y electrónica que hoy domina festivales, y tenemos mucha nostalgia aún por estos actos, con giras que celebran discos en particular, como Bloc Party y el Silent Alarm, o reencuentros de bandas que pensábamos se habían terminado para siempre, como The Rapture.

Influyó en la estética DIY de la Generación Z, rescatada en redes sociales como TikTok, en donde bautizaron al Indie Sleaze. Anticipó la importancia del internet como espacio de descubrimiento musical, algo que hoy es la norma.

Más que un género cerrado, el Indie Sleaze fue un momento cultural, con una actitud de exceso, ironía y energía juvenil que sigue siendo referencia cuando se habla de música para bailar con guitarras y sudor en el aire. El dance-rock llegó para quedarse y en parte le debemos proyectos como Yard Act o supermodel*, de quien te contamos todo por acá.

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com