Óscar Betancor y Jael Báez han comprado una casa que no está lista para vivir. Para muchos, una reforma es una auténtica pesadilla, pero para estos dos diseñadores de interiores, propietarios del estudio Jameos, es un reto inspirador. Y así lo muestran en su Instagram, que acumula 156.000 seguidores. Ahora, publican sus vídeos más personales, en los que enseñan capítulo a capítulo la reforma de su propia casa. «Era el mejor ejemplo para demostrar nuestras habilidades en un momento en el que el interiorismo está en auge», defiende Betancor.

Las redes sociales se han convertido en una vía para conectar con clientes de todas partes, desde su taller, en Almatriche. «Hemos empezado a mostrar más cómo somos nosotros y la casa es justo ese equilibrio entre mostrar lo que hacemos de manera profesional y acercar a la gente quiénes somos», refleja Betancor. De esta manera, han desvelado las primeras pinceladas de cómo será su hogar en Moya, que también albergará su estudio de trabajo. «Era una oportunidad única de ser transparentes y mostrar hasta dónde somos capaces de llegar con un proyecto cuando no nos ponen un límite, y ahí es donde empieza la diversión del diseño», añade Báez.

A través de esta reforma tan personal han encontrado la libertad para arriesgar con conceptos rompedores. Como puede ser perder espacio en la vivienda para ganarlo en el exterior. Una forma diferente de vivir en el hogar, que permite estar más conectado con la naturaleza. «Fue algo muy radical que a nosotros nos parece normal, pero nadie es capaz de sacrificar espacio de su propia casa para ello», consideran.

El estudio dio sus primeros pasos hace dos años a través de internet. Empezaron a trabajar desde un taller en la capital y así llegaron a sus primeros proyectos en la Península. Siempre han trabajado en Canarias, pero en el Archipiélago les faltaba el reconocimiento que fuera sí tenían. Solo ha sido hasta hace poco que han comenzado a tener más repercusión y clientela en su propia tierra. «En la Península sí había un reconocimiento a los interioristas, y ahora, en Canarias hemos empezado a entender que el interiorismo no es solo decorar la casa, sino que determina el estilo de vida que tendrás», apunta Báez.

Casas incómodas

Para los diseñadores, la pandemia de Covid-19 puso sobre la mesa la incomodidad de las casas en Canarias. «Nos hemos acostumbrado a casas demasiado pequeñas, en ciudades muy incómodas», afirma Báez. Sostienen que, apostar por la cultura canaria es una «reivindicación». En este sentido, su estética también apuesta por recuperar el valor social de los patios y de las azoteas de las casas Canarias, que han sido tradicionalmente un punto de reunión. Por ello, quieren que el diseño de interiores sea asequible para el mayor número de clientes y viviendas. «Lo que hacemos es pensar cómo distribuir el espacio para generar un cambio significativo en la vida de la gente», afirman. Los interioristas detallan que las sensaciones y emociones que producen los espacios son la clave para crear un hogar con personalidad.

A Betancor y Báez les queda un largo camino por recorrer entre hormigón, pintura, azulejos y ‘likes’. Un viaje a través del diseño plasmado en su Instragam. En los próximos vídeos desvelarán sus secretos, problemas y avances en una reforma que no viene sola. La planta baja del inmueble será una cafetería: «Tiene mucho peso emocional porque se llama como mi abuela, que falleció cuando compramos la casa». Este proceso también lo documentarán para compartir con sus seguidores una pasión por despertar emociones con el interiorismo.

Recuperar la cultura canaria para combatir el estándar minimalista

Los interioristas buscan despertar sensaciones a través del diseño de espacios, y, para ello, tienen presente la cultura canaria en su estética. «En Canarias estamos muy orgullosos de ser canarios, pero intentamos demostrar que lo de fuera es mucho mejor», asegura Betancor. Jameos Estudios se aleja de las estéticas comerciales para acercarse a referentes como César Manrique, el artista lanzaroteño que integró el paisaje natural isleño con la arquitectura moderna. «Es un homenaje a su obra, a ese diseño más inspirado en los paisajes canarios y que, a día de hoy, con el auge del minimalismo, se ha perdido», señala Betancor. Admiten que ser interioristas en el Archipiélago es un desafío. Se enfrentan a la desconfianza de los clientes por empezar como una empresa online, junto a la escasa valoración del interiorismo, que, aseguran, existe en Canarias. «Nos decían que nos fuéramos, que íbamos a tener más valor por irnos», asegura Báez, pero su intención es quedarse, ya que es «un momento en el que, en Canarias, cada uno va a querer una casa más auténtica».

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