Pedro Sánchez ha sacado pecho por los datos macroeconómicos que sitúan a España como “la gran economía europea que más crezca, según todos los organismos internacionales”. El presidente del Gobierno ha comenzado su balance del curso político reivindicando las cifras y repasando alguno de los hitos de la primera parte de la legislatura. “Frente al catastrofismo de los cenizos de siempre, el optimismo de los datos”, ha señalado.
Entre esos datos, Sánchez ha citado los 100 millones de turistas que visitan el país cada año y que “no pueden estar equivocados”: “Saben que España funciona, es un país seguro, desarrollado, por descubrir, además de ser abierto y tolerante”, ha insistido. Además, ha avanzado que “vamos camino de ese horizonte del 2,6%” de crecimiento del PIB, frente al 1,1% de la media europea; el récord de afiliación a la Seguridad Social, que superó por primera vez los 22 millones de ocupados, según la última Encuesta de Población Activa (EPA), de los que más de 10 millones son mujeres y una tasa de paro que cae al 10,3% y apoya las “previsiones del Gobierno de acabar la legislatura con cifras de un dígito”.
El presidente del Gobierno ha reivindicado también que esas mejoras en términos macroeconómicos “se redistribuyen”. “Alguno se obstina en decir que la población española es ya más pobre que hace siete años, es falso”, ha dicho, para señalar que “la renta disponible es un 9% más alta que en el año 2008”. “Aún estamos lejos de conseguir lo que queremos, que es cerrar esa brecha de poder adquisitivo que nos ha separado del resto de Europa, pero tras una década de retroceso hemos tomado el buen rumbo para lograrlo”, se ha comprometido.
Por David Noriega