Durante siglos España ha narrado su historia a través de victorias pero ha pasado de puntillas por muchos episodios que resultan incomodos de mencionar. Entre esos silencios o lagunas en los libros destacan algunos especialmente desagradables, como su implicación directa en el comercio de personas esclavizadas. Un episodio inhumano que dejó huellas económicas, culturales y sociales en nuestro país. 

Aquella niebla este silencio – Exposición Judith Prat_01© Judith Prat

Judith Prat, documentalista a la que pudimos entrevistar hace unos años, ha decidido hablar de ese encubrimiento premeditado con la exposición “Aquella niebla, este silencio” en la que utiliza fotografías actuales, documentos de archivo y retratos que se conectan entre sí para contar la historia del legado esclavista en España y arrojar de esta forma algo de luz a esos pliegues oscuros de la memoria. 

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“Es preciso entender cómo se ha configurado nuestra identidad común para poder abordar debates actuales como el racismo y los discursos de odio que yo percibo crecientes” apunta la autora.

De África a Cuba

El recorrido de Prat va desde Barcelona, pasando por los puertos africanos de Ghana o Sierra Leona que fueron centros de embarque, y las plantaciones en Cuba donde terminaba la travesía y muchas vidas.

“En esta exposición los archivos dialogan y se funden con mis imágenes. Sacar los documentos del archivo y llevarlos a la sala me ha permitido mayor libertad de creación y la posibilidad de derivar mis imágenes al terreno de lo sugestivo porque ya tenia garantizado el contexto histórico” explica Prat desde Cuba, donde estaba trabajando estos días.

Aquella niebla este silencio – Exposición Judith Prat_02

“Cuando lees documentos de compra de seres humanos, reportes de llegadas a Cuba de barcos ilegales cargados de personas esclavizadas, informes sobre persecuciones y castigos a esclavos rebeldes, no tienes dudas sobre la barbarie que fue el esclavismo».

Lejos de limitarse a la denuncia, Prat propone una experiencia introspectiva “He querido provocar la misma resonancia que yo he sentido en esta travesía, que en realidad es el viaje interior de nuestra identidad colectiva” asegura la fotógrafa.

Se trata de evocar más que narrar la historia, algo que en la exposición provoca -pese a no haber nada de violencia en las imágenes- una tensión visual que despierta al espectador para interesarse sobre ese legado oscuro en el que España estuvo directamente involucrada y se decidió ocultar.

La exposición que ya pudo verse en Madrid hace unos meses, estará instalada en la Casa de los Morales de Zaragoza dentro de la programación oficial de PHotoEspaña 2025 desde el 11 de septiembre al 23 de noviembre.

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