Juan León García
‘Metoprolol vs. Aficamten en pacientes con obstrucción del tracto de salida del ventrículo izquierdo y su relación con la capacidad de ejercicio en miocardiopatía hipertrófica’ es el título del estudio que publica The New England Journal of Medicine (NEJM) y vuelve a firmar el Dr. Pablo García-Pavía, jefe de la Unidad de Cardiopatías Familiares del Servicio de Cardiología del Hospital Puerta de Hierro Majadahonda (Madrid).
Un hito porque es de los pocos médicos españoles que vuelven a firmar como autores un estudio científico en esta revista. Concede una entrevista a iSanidad en uno de los pabellones de Ifema-Madrid, con motivo del Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés), previa a su ponencia en la que presentó los resultados de Maple HCM.
El también jefe de grupo del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) e investigador del Ciber de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV), habla sobre el cambio en el paradigma del tratamiento para los pacientes con esta enfermedad genética cardiaca, la más frecuente de este tipo, que afecta a 1 de cada 500 personas.
¿Cuál es la conclusión principal que extrae del estudio que ha liderado, Maple HCM?
La conclusión principal del estudio es que en los pacientes con miocardiopatía hipertrófica obstructiva el tratamiento en monoterapia de aficamtem es superior que el de metoprolol, el betabloqueante que hasta ahora hemos utilizado en pacientes con esta patología.
“La adherencia la tendremos que valorar en vida real, pero desde luego en el estudio parece que fue alta”
Ya conocíamos que aficamtem añadido a betabloqueantes tenía resultados positivos en pacientes que seguían con síntomas pese al tratamiento convencional. Este estudio lo que hace es posicionar aficamtem en un estadio previo en el arsenal terapéutico frente a esta enfermedad. Lo que demuestra es que no solo debemos utilizarlo cuando el paciente sigue con síntomas pese a los betabloqueantes, sino que aficamtem es mejor que los betabloqueantes para utilizarlo en primera línea.
Este fármaco podría cambiar el paradigma en el tratamiento de la miocardiopatía hipertrófica. ¿Qué beneficios presenta respecto a los betabloqueantes, el actual estándar?
El estudio incluye 175 pacientes de 71 hospitales de cuatro continentes, y lo que ha hecho es dividirlos, randomizarlos por tratamiento en monoterapia con aficamtem o monoterapia con metoprolol. Se han seguido durante 24 semanas y al cabo de este tiempo se ha evaluado su capacidad de esfuerzo y otros parámetros.
La capacidad de esfuerzo era el endpoint primario del estudio. Ahí se ha visto que pacientes que recibían aficamtem aumentaban su capacidad de esfuerzo, mientras que en los de metropolol esta disminuía.
La diferencia que se ha encontrado es bastante relevante y estadísticamente significativa. Y eso unido a los objetivos secundarios del estudio, que todos han sido favorables a aficamtem, hace concluir que este fármaco es claramente superior a metoprolol en este escenario clínico.
“Vemos cambios significativos a las seis semanas de tratamiento en pacientes que reciben aficamtem frente a metoprolol”
Los resultados muestran una mejoría en la capacidad de esfuerzo y ejercicio en el brazo al que se administró el fármaco innovador. ¿Cuándo empezaron a detectar estas diferencias entre tratamiento convencional y el nuevo?
Directamente vemos cambios significativos a las seis semanas de tratamiento en pacientes que reciben aficamtem frente a metoprolol.
Si bien es cierto que especifican que aficamten aún se requiere la aprobación regulatoria. ¿En qué punto se encuentra?
Está siendo evaluado por la FDA y la EMA en relación a los resultados que ya conocíamos. Es decir, como fármaco a utilizar en aquellos pacientes que pese a los fármacos de primera línea seguían sintomáticos.
Ahora con este estudio me imagino que el laboratorio (Cytokinetics) acudirá a las agencias regulatorias para no solo resolver la aplicación que ya tenía.
En su opinión, ¿a qué se debe que los betabloqueantes se hayan mantenido durante 60 años como el tratamiento convencional para pacientes con miocardiopatía hipertrófica?
El avance de la ciencia a veces tiene determinadas prioridades. Y las miocardiopatías no han sido enfermedades en las que se hayan buscado tratamientos específicos para los defectos moleculares que provoca la enfermedad.
“Los betabloqueantes ya se utilizaban para múltiples enfermedades y se aplicó a la miocardiopatía hipertrófica, pero no se diseñó específicamente para esta”
El conocer mejor las bases genéticas y moleculares de la enfermedad es lo que ha permitido diseñar este tipo de tratamientos específicos para esta patología. Los betabloqueantes no dejan de ser un fármaco que veníamos utilizando para múltiples enfermedades y que se aplicó a la miocardiopatía hipertrófica, pero no se diseñó específicamente para esta patología.
La adherencia suele ser un problema recurrente en pacientes cardiovasculares. ¿Qué resultados han obtenido en ese sentido?
En el estudio vimos que aficamtem era seguro y que el número de pacientes que discontinuó aficamtem era menor que el de pacientes que interrumpían metoprolol. Incluso vimos que el número de pacientes que tuvo que reducir la dosis de metoprolol era claramente superior al que redujo la de aficamtem.
Fue bien tolerado. No obstante, la adherencia la tendremos que valorar en vida real, pero desde luego en el estudio parece que fue alta porque no vimos problemas en cuanto a efectos secundarios en relación a aficamtem.
El estudio que lidera se publica en el NEJM. Es su segundo trabajo publicado en esta prestigiosa revista científica. ¿Qué supone para usted?
Hay que estar orgulloso de la labor investigadora que se hace en España. Tenemos una cardiología que está a un nivel altísimo a nivel mundial, y es gracias al sistema sanitario que tenemos y también a instituciones punteras como el CNIC.
En este caso, soy uno de los primeros médicos en España que ha podido publicar dos estudios como autor en el NEJM. Me siento muy orgulloso de ello, pero refleja la buena labor y salud en este ámbito de la medicina en nuestro país.
“Tenemos una cardiología que está a un nivel altísimo a nivel mundial, y es gracias al sistema sanitario que tenemos y también a instituciones punteras como el CNIC”
Nos encontramos en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (que se ha celebrado en Madrid del 29 de agosto al 1 de septiembre) y donde presenta los resultados de Maple HCM. ¿Qué valoración hace de la presentación a sus compañeros europeos?
Nací en Madrid, he crecido aquí y presentar los resultados simultáneamente en un congreso que se celebra en mi ciudad natal es un orgullo. Para nosotros es una valoración muy positiva, el hecho de acoger en este congreso a 33.000 personas en Madrid, con todo lo que implica, en unas instalaciones fabulosas, en una ciudad estupenda.
Por tanto, una doble satisfacción: la posibilidad de presentar estos resultados, que mejore el pronóstico de los pacientes que atiendo y a la vez que sea la ciudad donde vivo, y donde he nacido y crecido.