El Abanca Ademar puede presumir de muchas cosas, pero si algo llena de orgullo al club leonés, es su capacidad para crear, cuidar y apostar por una cantera que lleva décadas forjando a algunos de los mejores jugadores de balonmano del país.
Este viernes, en el choque de pretemporada que medirá a los de Dani Gordo con el Nava de la Asunción en el Pabellón Felipe Miñambres de Astorga (19:00 horas), se cumplirá u nuevo hito en la historia del club con a coincidencia de dos hermanos, leoneses, en la convocatoria del primer equipo. Además, el escudo de las tres violetas tendrá más significado que nunca dado que ambos jugadores se forjaron en el patio del colegio Marista San José, cuna del Ademar.
El primero es de sobra conocido por la afición leonesa, el extremo izquierdo Sergio Sánchez, recién incorporado a la disciplina ademarista tras brillar, a sus 18 años, en el Mundial juvenil disputado este verano en Egipto y donde fue nombrado el mejor jugador en su posición del torneo. Una de las grandes perlas del Ademar y hombre llamado a dar muchas alegrías, especialmente tras el ‘esfuerzo’ extra realizado por club y jugador para su renovación, dado que Sergio comenzará este año sus estudios de medicina en Valladolid y compaginará las aulas con el parqué.
Marcos, la nueva promesa de la fábrica marista
Por el otro lado, la gran novedad de la lista de Dani Gordo, Marcos Sánchez, el hermano pequeño de Sergio, polivalente tanto en el lateral izquierdo como de central, que afronta su primera convocatoria con el primer equipo tras destacar en las categorías inferiores del club y pieza clave en la Selección de Castilla y León. «Fruto de las bajas, tenemos que volvernos a reinventar e ir acelerando procesos, como es en esta caso el de Marcos», explicó Dani Gordo respecto a la inclusión del pequeño de los Sánchez Vidán en la lista de convocados.
El club: «Añade un componente emotivo y singular»
Desde el club no han dejado pasar esta ocasión para celebrar la coincidencia de los hermanos destacando que es un hecho que «no solo refuerza la apuesta del club por seguir dando continuidad al proyecto de cantera, sino que además añade un componente emotivo y singular: dos hermanos compartiendo vestuario y minutos con el primer equipo a una edad tan temprana».