La sección deportiva de The New York Times, The Athletic, ha analizado larga y tendidamente la situación de uno de los deportistas de moda, el tenista murciano Carlos Alcaraz, que se enfrentará a uno de sus grandes rivales, Novak Djokovic, este viernes 5 de septiembre. Ha arrancado con una pregunta para sus lectores: «¿Ha habido alguna vez un partido de tenis más exagerado que la derrota de Alcaraz en el US Open ante Botic van de Zandschulp en 2024?»

Con esto hacen hincapié en que se le dio más importancia de la que realmente pudo tener. De hecho, recuerdan que fue considerado «un ejemplo de su inestabilidad y su vulnerabilidad ante jugadores menores» y que podría tener peso en los Grand Slams, pero defienden que no fue así realmente.

Recuerdan las palabras del tenista cuando fue preguntado por sus altibajos: «Mucha gente ha dicho que no soy tan consistente como debería ser, pero al mismo tiempo, es realmente bueno para mí conocer esas estadísticas, simplemente para ver que estoy logrando muy buenos resultados en los muy buenos torneos». 

Para este medio, la persistencia de esas «suposiciones» de la inconsistencia de Alcaraz se debe a varios factores que nombra, como los resultados «dispares» en grandes torneos, como la derrota ante David Goffin en el Abierto de Miami y contra Lechecka en el Abierto de Catar. La otra la afirman con más rotundidad: «La capacidad de Alcaraz para alcanzar su máximo y mínimo en un mismo partido, incluso si gana». El ejemplo que han puesto sobre la mesa han sido los jugadores que le han ganado un set en grandes torneos como Jesper de Jong y Li Tu.

 

El tenista murciano Carlos AlcarazSports Illustrated via Getty Ima

«Un error de percepción»

Sin embargo, defienden que hay un «error en esta percepción» y que esta radica en confundir «volatilidad con inconsistencia». Han complementado relatando el récord de 14-1 en partidos de cinco sets y un 5-1 en finales de Grand Slam. Este «error de lógica», tal y como insisten, se debe también al estilo de juego de Alcaraz. «En parte porque casi todo lo que hace se enmarca en relación con Sinner», han comentado.

«Plantear a los dos grandes rivales del tenis masculinos como opuestos no es ni antinatural ni irrazonable, y dado que Sinner se caracteriza por ser el metronómica e implacablemente consistente, se deduce que Alcaraz debería ser el más voluble e impredecible», analizan. Sin embargo, aunque afirman que en algunos aspectos sí es cierto, pero «también ignora el hecho de que ambos jugadores llevan a sus oponentes al límite».

«Alcaraz lo hace con su increíble variedad de ataque y su habilidad para improvisar, Sinner pidiéndoles que demuestren su tolerancia al peloteo contra algunos de los mejores, más duros y consistentes golpes de fondo del deporte», concluyen.

Destacan que su juego se ha vuelto más sólido y eso es debido a su mejoría en el servicio: «Ha elevado enormemente su nivel base». «Anteriormente, las pérdidas de sets de Alcaraz se debían a que su saque, relativamente mediocre, no era suficiente para proteger el resto de su juego cuando se descontrolaba. Eso ya no es así», añaden.