Histórico lo vivido en el UFC París, un evento que marcó el récord de finalizaciones por KO en un solo evento (9 y 11 en total ) y que tuvo un claro vencedor: Francia. Los peleadores locales firmaron un 5-0, se llevaron los dos combates principales y desinflaron el hype de los Fighting Nerds, sacudiendo dos de las divisiones más emocionantes de la UFC. Nassourdine Imavov se impuso a Caio Borralho y ya se perfila como primer retador al cinturón del peso medio, mientras que Benoit Saint Denis, convertido en un auténtico ídolo en el Accor Arena, frenó en seco el meteórico ascenso de Mauricio Ruffy.
FRANCIA 2, BRASIL 0
El ‘Main Event’ entre Imavov y Borralho comenzó como una partida de ajedrez. Primer asalto de mucho tanteo, poca actividad y escasos golpes significativos, aunque ya se intuía el choque de estilos: el francés tomando el centro del octágono y el brasileño presionando contra la reja. Con el paso de los asaltos, Imavov fue ganando confianza y conectando rectas limpias que obligaron a Borralho a retroceder. El local brilló con una de sus grandes virtudes: la velocidad en las combinaciones, más propia de un pluma que de un mediano. La balanza cayó por su propio peso y, tras tres asaltos de mayor iniciativa y precisión, el francés alzó la mano. Ahora apunta a ser el primer rival de Khamzat Chimaev en su reinado del peso medio, salvo que Anthony Hernández o Reinier de Ridder cambien el panorama en su duelo de octubre.
El gran momento de la noche, sin embargo, llegó con Benoit Saint Denis. El “Dios de la Guerra” se adueñó del Accor Arena al derrotar por sumisión en el segundo asalto a Mauricio Ruffy, que llegaba con el cartel de futura estrella. El francés ejecutó un plan perfecto: presionó desde el inicio, recortó la distancia y asfixió con su wrestling a un rival explosivo, pero completamente neutralizado. Ruffy, hasta ahora un artista del nocaut llamado a pelear por el cinturón, no encontró respuestas. El francés lo sometió por mataleón en el segundo asalto. Con este triunfo, Saint Denis silencia dudas tras dos años de irregularidad y se consolida como una amenaza seria en las 155 libras.
Gomis vuelve a la victoria y Craig dice ‘adiós’
William Gomis y el debutante Robert Ruchala, excampeón de KSW, abrieron la cartelera principal del UFC París. Tras unas preliminares plagadas de finalizaciones, llegó la primera decisión de la noche. En un pleito más táctico que espectacular, el parisino se impuso en las cartulinas, aunque dejó la sensación de que aún debe mostrar mucho más si quiere ser tomado en serio como futuro contendiente en las 145 libras.
Su compatriota Axel Sola, fichado directamente desde ARES, sí convenció al público. Dominó a Rhys McKee durante todo el combate y logró cerrar un TKO a falta de apenas veinte segundos para el final, en una actuación que confirmó su potencial.
Después llegó una de las grandes remontadas del año, protagonizada por Mason Jones. El galés estuvo contra las cuerdas tras un primer asalto dominado por Bolaji Oke, que lo dejó visiblemente tocado. Sin embargo, Jones reaccionó con un precioso derribo en el segundo asalto y un ground and pound brutal a base de codos que obligó al árbitro a detener la contienda.
El momento más emotivo de la noche llegó con la retirada de Paul Craig. El escocés cayó noqueado en el último combate de su carrera ante Modestas Bukauskas, en una secuencia tan dramática como insólita: la campana sonó para cerrar el primer asalto, pero Craig no respondió tras recibir el último golpe. A sus 37 años, ‘Bearjew’ dejó las guantillas sobre el octágono y se despidió entre una gran ovación del público parisino.
Cartelera preliminar
Rinat Fakhretdinov encendió la mecha de los preliminares con un nocaut técnico en los primeros compases de su combate ante Andreas Gustafsson, que nunca antes había caído por este método. El ritmo frenético del UFC París no bajó gracias a la gran actuación de Robert Bryczek. El ruso desplegó un boxeo de alto nivel y estuvo cerca de finalizar a Brad Tavares en el primer asalto, aunque el veterano sobrevivió a base de patadas para enfriar la pelea. Sin embargo, el polaco no levantó el pie del acelerador, volvió a apretar y logró cerrar el pleito con una parada técnica en el tercer asalto.
El público no se lo creía: cuatro combates en París y cuatro finalizaciones. Y Sam Patterson no quiso romper la racha. Llegaba con tres victorias seguidas en el peso wélter y desde el primer segundo se adueñó del centro del octágono ante Trey Waters, al que castigó con jabs y low kicks hasta que el árbitro detuvo la contienda. El inglés, eufórico, pidió a Neil Magny como su próximo rival.
La acción se trasladó después a las 155 libras con el debut en UFC de Harry Hardwick. El ex campeón de Cage Warriors vivió la cara amarga del deporte frente a Kaue Fernandes, que volvió a lucir su arma más devastadora: las patadas al gemelo, las mismas con las que destrozó a Guram Kutateladze en marzo en Londres. Como si de un árbol se tratase, el brasileño taló la base de su oponente hasta dejarlo literalmente gateando por el octágono. Hardwick no pudo continuar y fue retirado en silla de ruedas. Fernandes, por su parte, sumó su tercera victoria consecutiva y se confirma como uno de los prospectos más interesantes —e inesperados— fuera del ránking.
Ya en los dos últimos pleitos de la cartelera preliminar, el croata Ante Delija debutó con una victoria por TKO en el primer asalto ante Marcin Tybura, mientras que Oumar Sy, arropado por los cánticos de la Marsellesa y el ya mítico “ici c’est Paris”, volvió a la senda del triunfo con un nocaut técnico sobre Brendson Ribeiro.