UNA buena corrida la que se pudo ver en la tarde del sábado en Sotillo de la Adrada, con una agradable temperatura y tres cuartos de aforo cubierto. Se lidiaron toros de Días Cohutiño, que tuvieron buena presentación en líneas generales y juego desigual dentro de su conjunto, destacando el segundo y tercero de lidia ordinaria por su nobleza.
El cartel estuvo compuesto por el rejoneador Sebastián Fernández, que lidió un toro solamente recibiendo silencio. En lidia ordinaria Jairo Miguel de malva y azabache, silencio / vuelta al ruedo. Francisco Montero de grana y oro, dos orejas / silencio.
Abrió la tarde el rejoneador granadino Sergio Fernández que desplazó para esta corrida a los caballos de salida Neruda y Búfalo; para banderillas, a Luna de miel, California y Judío; y, para el tercio final, a Marsellés y Junco. Se enfrentó a Faiscas nº 44, un toro de capa negra fuerte y con peso que en los primeros escarceos por la plaza se desplazó con ritmo y ganas. El granadino lo quiso parar con la suerte de la garrocha, pero no consiguió lucirse y desistió para clavar dos rejones de castigo para dominar al toro.En banderillas corrió alrededor del toro sin llegar a dar los pechos y no realizar embroque alguno en la cara del astado lo que deslucía su actuación, clavó en redondo y algo retirado los caballos de la suerte aunque en ocasiones demostró dominio de las cabalgaduras. Lo más vistoso y logrado lo realizó clavando las cortas seguidas y en buen sitio.Con el rejón de muerte clavó dos veces, dejando los rejones bajos y atravesados.
Montero sale en hombros en SotilloEn lidia ordinaria toco el turno a Jairo Miguel por antigüedad en el escalafon, el cacereño mostró su arte y maestría ante Feijao nº 48, un toro que de salida dejó ver que tenía buenas reacciones en la capa de Jairo Miguel. Dejó algún lance suelto de elegante toreo. En la muleta, el toro desarrolló algo de sentido lo que impidió mostrar al cacereño sus dotes de torero de calidad. Ahora bien dejó algunos buenos momentos. Con el acero no remató y tras varias entradas consiguió acabar con el toro de la ganadería portuguesa.
En su segundo enemigo Gorjeta nº 28, un toro más estirado que su anterior logró desplegar un toreo de gran entrega y dominio destacando una serie de verónicas. En la faena de muleta, el toro acudió con ritmo a la franela que le ofreció el cacereño consiguiendo destacados muletazos en redondo y sacando dos series de naturales con dominio y alargando el brazo.En las cercanías el toro protestó y no dejó rematar faena. Esta vez el acero le volvió a privar de cortar trofeos.Dio una vuelta al ruedo.
Montero sale en hombros en SotilloEl segundo del cartel, Francisco Montero se enfrentó a su primero nº 46, Engebeiro, un toro con mucha raza con el que el chiclanero dejó una importante dimensión con la capa en un toreo clásico por verónicas y haciendo un quite por chicuelinas muy ceñidas. Con la muleta, Montero dejó una faena de tiralíneas dominando las embestidas del toro de Días de Cohutiño que salía con la cara alta y dejando algunos derrotes que supo dominar el torero de Chiclana. Dominó en las cercanías rematando con torería. Con el acero se tiró con ganas y dejó un certero estoconazo lo que le valió para cortar las dos orejas. Con el que cerraba el festejo Francisco Montero volvió a manejar el capote con oficio ante Helgo nº 38 que no paró de echar la cara arriba, por lo que se le dieron tres puyazos dejándole algo más ahormado. Para la faena de muleta, se mostró Montero dispuesto a plantarle cara a un toro que brindó al maestro José Ignacio Ramos, quien se encontraba en un burladero de la plaza.Consiguió dominar y meter al toro en la muleta y fraguar una faena de mérito consiguiendo llegar a los tendidos.Se sacó derechazos estimables y de torero curtido, dejando una buena impresión. Lástima que el acero no acompañó para rematar una gran faena. Tuvo que utilizar el descabello, se escucharon leves aplausos. Abandonó el ruedo en hombros merced a las dos orejas cortadas a su primer enemigo. Quedaron las espadas en alto para el festejo del día siguiente con un cartel de lujo, la ganadería de Benítez Cubero y Pallares. Para los espadas Noe Gómez del Pilar, Joaquín Galdós y Diego García.