Las guerreras K-Pop (K-Pop Demon Hunters) ya es la película más vista en la historia de Netflix. Esta cinta animada, centrada en una banda femenina de K-Pop que lucha contra unos invasores del inframundo, ha logrado 266 millones de visualizaciones en los 91 días siguientes a su estreno. Para ponerlo en contexto, equivaldría a un 88 % de visualizaciones en relación con el total de cuentas activas de Netflix, que superan los 300 millones. La película, además, ha sido el primer número uno de Netflix en salas de cine de EEUU con una versión sing along. Las cifras son tan sorprendentes que muchos han empezado a referirse a ella como “el Frozen de Netflix”. Esta es, además, una historia de ganadores (Netflix) y de perdedores (su productora, Sony) y de cómo las franquicias no son las únicas capaces de seducir masivamente a la audiencia. 

Netflix y los fenómenos inesperados 

La estela de Las guerreras K-Pop va mucho más allá de las cifras. Su impacto ha hecho germinar la semilla de una franquicia con mucho potencial. Lo realmente curioso es que nadie lo vio venir. El propio Dan Lin, jefe de la división de cine de Netflix, explicó que les pareció buena película para el nicho del K-Pop y del anime, no un estreno con la envergadura que ha logrado en la práctica. 

La película tuvo un rendimiento relativamente modesto el primer fin de semana, con unos 9,2 millones de visionados, según el site Netflix Top 10. Fue a partir de la segunda semana cuando las cifras comenzaron a dispararse gracias al boca a boca y a la viralidad de sus canciones. El colofón al impresionante recorrido de esta película 100% original que lleva más de dos meses disponible en la plataforma, ha sido un número uno en salas de cine. El estreno de una versión sing along ha logrado una recaudación estimada en dos días de unos 18-20 millones de dólares en aproximadamente 1.700 salas. 

Las guerreras K-Pop / NetflixLas guerreras K-Pop / Netflix

Su estela no se acaba ahí. Cuatro de las canciones de la banda sonora están en el top 10 del Billboard Hot 100, algo que jamás había ocurrido en los 67 años de historia de esta lista. También se ha desatado la euforia con el merchandising. Ahora la tienda de Netflix cuenta con una amplia selección de materiales de la película, pero al principio tuvieron que salir del paso produciendo a toda prisa artículos inicialmente planteados como obsequios para el equipo de producción.

La franquicia ha tomado forma y hay grandes planes para ella. Ya están en conversaciones con Sony para desarrollar una trilogía de animación y una versión de acción real. El objetivo parece claro: que los espectadores crezcan como lo hicieron con Stranger Things

No todos han ganado

Las guerreras K-Pop cayó en las manos de Netflix gracias al acuerdo que firmó con Sony (su productora) en 2021, que le daba la primera ventana de pago de todos los estrenos en theatrical de esta última. La asociación también obligaba a Netflix a gastar al menos 600 millones en películas desarrolladas por Sony directas a VOD. Es importante entender el contexto. Había una pandemia mundial, Sony no tenía plataforma de streaming y la taquilla, salvo casos puntuales, no mostraba signos de recuperación.

Las guerreras K-POP / NetflixLas guerreras K-POP / Netflix

 En el caso de Las guerreras K-Pop, Netflix pagó a Sony 20 millones además de los 100 millones de presupuesto de producción. Además, pagará 5 millones más por tener los derechos audiovisuales a perpetuidad. Salvo la posibilidad de estrenarla en China, en donde Netflix no tiene delegación, el único rendimiento que les queda es el 50% de los derechos sobre la banda sonora. Las guerreras K-Pop, a la vez, el sueño de una compañía (Netflix ha logrado un éxito con capacidad para generar una larga cola de explotación habiendo gastado relativamente poco dinero) y la pesadilla de otra (Sony apenas olerá los beneficios de la explotación de la franquicia en forma de secuelas, franquicias y experiencias).

El cuento aleccionador 

Para muchos, Las guerreras K-Pop se ha convertido en una suerte de cuento aleccionador sobre las oportunidades perdidas. No obstante, es más que cuestionable que Sony hubiese obtenido los mismos resultados dando al título un estreno convencional en lugar de estrenarla directamente en Netflix.  

La película tenía todas las papeletas para ser lo que una major considera un riesgo: animación original (con mucha menos tracción que una franquicia conocida) y el anime (que la aleja del público masivo). Incluso con una fe inquebrantable en el producto y un buen presupuesto de promoción, probablemente no habría logrado resistir en salas lo suficiente para cocinar el fenómeno en el que se ha convertido.

Las guerreras K-POP / NetflixLas guerreras K-POP / Netflix

El efecto Netflix, esto es, la capacidad de esta plataforma para lograr fenómenos populares globales es la consecuencia de varios factores. En primer lugar, su distribución mundial, que le da acceso a una gran cantidad de hogares. En segundo, una mayor predisposición a ver una y otra vez, al no requerir un desembolso económico directo y, por último, un ejército de algoritmos capaces de “vender” la película a distintos grupos de audiencia destacando aquellos puntos de afinidad con las mismas. El boca a boca y la rápida popularidad de la banda sonora hizo el resto. Aunque se hubiese estrenado en salas con un resultado aceptable, es más que probable que la popularidad le hubiese llegado con el estreno en Netflix. Y una vez generada la ola, Sony habría podido rentabilizar la secuela. Netflix, en definitiva, es una variable imprescindible en esta ecuación. 

Existen otros dos elementos que explican el éxito de Las guerreras del K-Pop: el factor novedad (con frecuencia infravalorado) y la actividad consistente de Netflix en los últimos años apostando por el contenido coreano, que ha visto su ampliada su audiencia dentro de la plataforma de manera sustancial. Hollywood sin duda tiene una importante lección aquí. A pesar de que las franquicias y las propiedades intelectuales son el suelo firme sobre el que la mayoría de las compañías quieren trabajar, la novedad también tiene su atractivo. 

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Etiquetas: Televisión, Netflix