Rusia vuelve a romper récords con el lanzamiento de 810 drones kamizake y simuladores además de trece misiles de distintos tipos contra Ucrania. El ataque se produce la misma semana en la que el presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, ofreció a Zelenski una reunión en Moscú … . Se trata del mayor bombardeo del Kremlin hasta la fecha. El 9 de julio se había registrado otro ataque ruso masivo con 741 vehículos aéreos no tripulados y misiles. Kiev fue el principal objetivo, pero otras ocho regiones ucranianas se han visto también afectadas. Las explosiones se pudieron escuchar en las ciudades de Odesa, Kremenchuk, Járkov, Dnipro, Krivoi Rog y Zaporiya.
Por primera vez, desde el inicio de la guerra a gran escala en 2022, un edificio del Gobierno ha sido alcanzado en pleno centro de Kiev. Las autoridades ucranianas informaron sobre un incendio en la parte superior del Gabinete de Ministros, en el distrito central de Pechersk. Fuentes del rotativo digital ucraniano ‘Ukrainska Pravda’ aseguran que el golpe ruso contra la sede del Gobierno de Ucrania fue deliberado.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que cuatro edificios residenciales fueron alcanzados por restos de drones provocando incendios en dos distritos capitalinos. El número de víctimas mortales asciende a cuatro en total, entre ellos una madre y su hijo de dos meses. Los heridos suman más de 44 en todo el país. Siete personas han tenido que ser hospitalizados de gravedad en Kiev, incluida una joven embarazada que se ha tenido que ver sometida a un parto inducido. Según la publicación ucraniana ‘Suspline’, madre e hijo se encuentran en estado crítico.
La Fuerza Aérea ucraniana logró neutralizar 747 drones y cuatro misiles de crucero Iskander- K. En total se registraron los impactos de hasta nueve misiles y 54 vehículos aéreos no tripulados en 33 sitios diferentes. El Ejército de Aire de Polonia, en colaboración con cazas F-35 de los Países Bajos, desplegó su aviación militar para proteger el espacio aéreo del país aliado de la OTAN durante el ataque masivo ruso.
El Kremlin ha emprendido desde hace meses una campaña de bombardeos contras las principales ciudades de retaguardia ucranianas con cientos de drones y decenas de misiles. El subdirector de la inteligencia militar de Ucrania (GUR), Vadym Skibitsky, manifestó en una entrevista que las fuerzas rusas han logrado mejorar y modernizar sus drones y misiles debido a los constantes ataques que desata contra el país vecino. Según el número dos del GUR, la industria de defensa enemiga tiene planes de producir alrededor de 2.500 misiles de crucero, balísticos e hipersónicos en 2025.
Crimen deliberado
El presidente Zelenski condenó el ataque en un mensaje publicado en redes sociales afirmando que «tales asesinatos ahora, cuando la verdadera diplomacia podría haber comenzado hace mucho tiempo, son un crimen deliberado y una prolongación de la guerra». El mandatario ucraniano insta a Estados Unidos a imponer severas restricciones y reafirma una vez más que se precisa «voluntad política» para obligar a Moscú a sentarse a la mesa de negociaciones.
«Washington ha dicho repetidamente que las sanciones se impondrán si se niegan a dialogar», destacó el mandatario ucraniano en una apelación directa al presidente norteamericano. Desde el inicio del mes de septiembre, y sin contar este último ataque masivo, Rusia ha lanzado más de 1.300 drones, casi 900 bombas aéreas guiadas y hasta 50 misiles en Ucrania, según afirmó Zelenski el pasado sábado.
La primera ministra de Ucrania, Yulia Sviridenko, manifestó en su cuenta de X que, por primera vez, «el edificio del Gobierno de Ucrania sufrió daños directos: su techo y pisos superiores fueron alcanzados por el ataque enemigo». Sviridenko acudió al propio edificio horas más tarde mostrando en un vídeo publicado en redes sociales los daños causados por impacto. La jefa del Ejecutivo de Ucrania ha pedido a los aliados «más sistemas y más munición para proteger nuestras ciudades y nuestro sistema energético ante la llegada del invierno» y ampliar las sanciones contra Moscú.
El ataque a gran escala afectó también a otras regiones del país. En Odesa, ciudad situada en las orillas del mar Negro, el impacto de los drones provocó varios incendios en inmuebles residenciales dañando la infraestructura civil, informó el gobernador Oleg Kiper. Las autoridades de Krivoi Rog, ciudad natal del presidente de Ucrania, afirmaron que los misiles de drones lanzados por Rusia afectaron a casi una decena de edificios de apartamentos, locales comerciales e instituciones educativas. Hay al menos tres personas heridas.
Los bombardeos masivos de Rusia coinciden con los esfuerzos de los socios occidentales y los intentos de la Administración Trump de iniciar una senda de la diplomacia que ponga fin a la fase armada del conflicto. Ucrania ha accedido a establecer un algo fuego previo de 30 días, como había sugerido Estados Unidos. Sin embargo, Moscú ha intensificados sus oleadas de ataques aéreos sumado a una ofensiva terrestre de verano centrada, principalmente en la región de Donetsk.