Viernes, 10 de octubre 2025
| Actualizado 11/10/2025 01:07h.
Sin pólvora ni fortuna. Los axiomas se repiten en un encuentro en el que lo mejor para la UD Las Palmas fue, sin duda el resultado (0-0). Los isleños sufrieron de lo lindo en la batalla de Los Cármenes ante un Granada correoso, físico y solvente, que se lo puso más que complicado en un duelo lleno de alternativas, aunque en la segunda parte los hombres de Luis García acabaron defendiéndose con la pelota y pidiendo la hora.
En cualquier caso, el empate sirvió como excelente bálsamo para un equipo que duerme provisionalmente en la cuarta plaza, demostrando una semana más que es la retaguardia más solvente de la categoría, alcanzando además un satisfactorio botín de la ‘triada andaluza’ -derrota ante el Almería (0-1), triunfo ante el Cádiz (1-0) y el consabido empate a costa del Granada-.
Con la consabida ausencia de Milos Lukovic por sanción -aún arrastraba la sanción por el ‘salivazo’ en el choque ante el Almería- y la baja de última hora de Jonathan Viera por molestías físicas, la pizarra de Luis García puso en vanguardia a Ale García en esta ocasión, dejando en el costado derecho a Manu Fuster y a Viti en la izquierda. En la medular, tanto Loiodice y Amatucci -el tándem más repetido esta temporada en la sala de máquinas- asumieron de nuevo los galones de inicio junto a Iván Gil, mientras que en la zaga, el canterano Juanma Herzog se emparejó con el eterno Sergio Barcia como dupla de centrales, siendo Marvin el lateral derecho y Clemente, el responsable del flanco izquierdo.
Por su parte, el conjunto nazarí, con Souleymane Faye y Álex Sola como principales artilleros -dos goles cada uno antes del inicio del choque- intentaron poner la réplica en Los Cármenes, y ya en los primeros 30 segundos, el propio Sola puso a prueba a Horkas con un disparo cruzado que obligó al meta amarillo a despejar a córner.
Con ese juego vertical e intenso en la presión, el Granada consiguió ahogar la salida de la UD, que sufría de lo lindo para alcanzar siquiera la línea del centro del campo en los primeros compases.
Sin embargo, una excelente cabalgada de Ale García en el minuto 5, con taconazo previo del canterano en el control, puso en jaque a la trinchera andaluza, aunque el disparo final de Amatucci acabó rebotando en la zaga. Un primer y balsámico aviso para un equipo isleño que ya fue poco a poco conquistando terreno.
Arriba, Loiodice trata de progresar en la medular. Abajo a la izquierda, Enrique Clemente controla el esférico ante Sola. A la derecha, el técnico amarillo Luis García.
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No obstante, el Granada no se achantó ni mucho menos. Faye volvió a disfrutar de dos ocasiones clara de gol, primero con un centro desde la izquierda que no llegó a enganchar en el área pequeña y después con un disparo en la frontal del área que se marchó cerca del palo derecho. Apenas habían pasado 15 minutos y el partido se tornaba en un improvisado correcalles, aunque los pupilos de Pacheta generaban más sensación de peligro.
Ya en el 19′, Ale García volvió a acechar el arco local con un lanzamiento en segunda línea que se fue lamiendo el palo dereho. Y poco después, en el minuto 25, el propio atacante amarillo pudo firmar el gol con un remate en pleno área pequeña que desactivó Iker García.
Posteriormente, un cañonazo de Pascual desde la derecha en el 30′ volvió a agitar la tensa tranquilidad del once canario, pero el esférico se evaporó por encima del larguero tras una trayectoria envenenada que bien pudo convertirse en el gol de la liga.
Con el paso de los minutos, el fuego cruzado se fue diluyendo, estancándose la pelota en zonas yermas del campo, hasta que Iván Gil se sacó de la chistera un saque de córner desde la izquierda que casi se cuela en la portería.

Ale García fue uno de los jugadores más activos en el ataque isleño.
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En la reanudación, la UD estiró las líneas y aumentó la dosis de posesión. Otra cosa era la pólvora que, ante un rival de la enjundia física de los rojiblancos, se antojaba una misión más que compleja.
De hecho, en el minuto 57, justo después de la entrada de Recoba en sustitución de Iván Gil, el Granada se asomó a la guarida canaria tras una galopada de Álex Sola desde el carril derecho cuyo centro enganchó Sergio Ruiz con un magistral taconazo que se paseó por la línea de gol. Sin duda, la más clara del partido.
Posteriormente, Luis García exprimió su libreto con nuevos cambios: Kirian por Loiodice, Ale Suárez por Herzog y Pejiño por Viti Rozada, en un intento por dar oxígeno en la retaguardia, toque en la central y algo más de mordiente en los costados. Sin embargo, los hombres de Pacheta habían dado un paso adelante en pleno ecuador de la segunda parte.
La mala suerte volvió a invocarse sobre la UD, ya que la participación de Recoba en el campo apenas duró 17 minutos, tras lesionarse el uruguayo en un choque fortuito.
Tomaría la alternativa Mata en la punta de lanza ante tal frenesí de cambios. Una nueva oportunidad para que el madrileño se reivindicara tras meses de anonimato. Pero en la recta final del encuentro, la UD trató de defenderse con la pelota, sufriendo con la falta de gasolina en los últimos minutos y pidiendo la hora.
Al final, empate sin goles para la UD que salva otra plaza difícil, a pesar de la falta de gol que se compensa con las óptimas prestaciones de la retaguardia, que le permite seguir en la zona noble de la tabla.

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