La peor lesión es el sedentarismo. Un estilo de vida que puede llegar a ocasionar consecuencias muy graves en nuestra salud. Estima la Organización Mundial de la Salud (OMS) que provoca 1,9% de defunciones en todo el mundo y causa un 22% de … los casos de cardiopatía isquémica. De hecho el 6% de las muertes mundiales se atribuyen a la inactividad física. Y es que el cuerpo está hecho para moverse, y cada vez son más los expertos que nos recomiendan prestar atención a la fuerza y al movimiento.
El músculo no es estética, sino salud. No es para menos. La ciencia ha demostrado en infinidad de ocasiones que hacer ejercicio disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes, que reduce las probabilidades de padecer algunos tipos de cáncer, rebaja el riesgo de sufrir estrés y Alzheimer, mejora los síntomas de la depresión y nos ayuda a envejecer saludablemente.
Por qué una hora en el gimnasio no compensa el tiempo que pasamos sentados en el trabajo
«Tenemos la capacidad, mediante nuestros hábito, de ir construyendo y creando salud para que el día de mañana, cuando seamos mayores, estemos lo más fuerte y sanos posible», repite la fisioterapeuta y experta en longevidad Ana Galeote en su libro ‘Cuerpo solo hay uno: 10 hábitos para aliviar el dolor, cuidarte y ganar años de vida’ (Ed. Bruguera) en el que investiga el papel del movimiento en las comunidades con más personas centenarias del mundo.
La experta, máster en psiconeuroinmunología clínica y antropóloga, hace hincapié en que los hábitos sencillos y mantenidos a largo plazo son los que realmente importan para sumar salud y años de vida. Mantenerse activos de forma constante y cotidiana es uno fundamental.
«Puedes hacer ejercicio y ser sedentario, una hora y media de ejercicio al día no compensa si el resto del día estás sentado», indica la experta en el podcast ‘Mañana Empiezo’, un mensaje que también lanza en sus redes sociales, donde es conocida como @physiowods.
Practicar ejercicio intenso no basta para compensar una vida pasada entre sillas, escritorios y pantallas. «Una persona sedentaria es aquella que pasa la mayor parte del día en comportamientos sedentarios», explicó, subrayando que el término va mucho más allá de no hacer deporte.
Según estudios mencionados por la autora, incluso personas que cumplen con rutinas intensas de gimnasio no logran compensar los riesgos cardiovascular y de mortalidad asociados al sedentarismo prolongado.
Según la fisioterapeuta deportiva especializada en movilidad articular en CrossFit y halterofilia, las investigaciones definen el comportamiento sedentario como aquel que gasta menos de 1,5 METs, una medida de consumo energético.
«Eso implica estar sentado, conduciendo o tumbado. Si sumas las horas del día que pasas así -en el coche, trabajando, comiendo o viendo Netflix-, probablemente solo te muevas dos horas y media. Pues eso ya te convierte en una persona sedentaria», detalla en la grabación, en la que habla también de la gestión de las lesiones, el impacto psicológico del ejercicio o el entrenamiento de fuerza en mujeres.
Define la Organización Mundial de la Salud (OMS) que las personas activas son aquellas que realizan entre 150 y 300 minutos semanales de actividad física moderada o entre 75 y 150 minutos de actividad física intensa.
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– Prioridad al entrenamiento de fuerza: Galeote subraya la importancia crítica de la masa muscular para la salud a largo plazo y la reducción del riesgo de mortalidad, independientemente de la grasa corporal.
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– Movimiento diario, no solo ejercicio: Distingue entre ser una persona activa y ser una persona que hace ejercicio. Acumular una hora de gimnasio no compensa un día entero de sedentarismo. Recomienda moverse a lo largo de todo el día.
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– Cuidado del sistema nervioso: Resalta la importancia de la salud del sistema nervioso, lo que implica manejar el estrés y cuidar el sueño para un bienestar integral.
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– Enfoque integral de la salud: Aboga por un estilo de vida que integre la alimentación saludable, el descanso adecuado, la actividad mental y las relaciones sociales, en línea con las prácticas de las ‘zonas azules’ (regiones con alta concentración de centenarios).
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– ‘Cuerpo solo hay uno’: Este es el título de su libro, donde ofrece 10 hábitos prácticos para aliviar el dolor, cuidarse y ganar años de vida, promoviendo una filosofía de cuidado corporal constante y consciente.
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– Evitar la adicción a los ‘superalimentos’: La longevidad se construye con hábitos de sentido común y no con la búsqueda de soluciones mágicas o suplementos milagrosos sin una base de estilo de vida saludable.
Como propuesta práctica, Galeote invitó a realizar un análisis sencillo del propio día a día: «Observa cuántas horas pasas sentado y dónde podrías moverte un poco más. Quizás bajarte dos paradas antes del metro o salir a caminar 15 minutos después de comer. Se trata de introducir movimientos activos, no de imponerte rutinas imposibles», indica la especialista, que hace hincapié en las llamadas «pausas activas» con las que podemos aplicar movimientos dinámicos mientras trabajamos.