En España tenemos la costumbre de cenar tarde y esto es algo que los expertos recomiendan no hacer. En general, se considera que es importante cenar dos o tres horas antes de irse a la cama, algo que no siempre es posible si se ha cenado tarde, por lo menos si se quiere dormir las ocho horas necesarias para un buen descanso.

Esto nos puede parecer algo anecdótico, pero puede ayudarnos a evitar problemas digestivos o metabólicos, pero también puede ser clave para mejorar nuestro bienestar de manera integral, por lo menos esto es lo que defiende el psicólogo experto en biohacking Marcos Apud.

El vínculo entre el descanso y la hora de la última comida

La hora a la que cenamos es importante, por lo menos así lo ha asegurado el psicólogo y experto en longevidad Marcos Apud en una entrevista para La Nación, donde ha afirmado que «Dormir con el estómago vacío es uno de los hábitos con mayor impacto en la calidad de vida». Es también experto en biohacking, un estilo de vida que pretende recuperar hábitos ancestrales combinándolos con tecnología moderna con el objetivo de «potenciar al máximo tu biología y tu mentalidad».

«Modificamos hábitos que están ligados a nuestros pilares fundamentales del bienestar, como sueño, alimentación, actividad física, gestión del estrés, suplementación, conexión con la naturaleza e higiene electromagnética», explica sobre las bases del biohaking en la citada entrevista. «La idea es respaldar con ciencia, prácticas que ya conocían nuestros abuelos: duchas frías, caminar descalzos o cenar liviano».

A través de pequeños hábitos o hacks buscan mejorar la calidad de vida de las personas y uno de los que más impacto tiene es dormir con el estómago vacío. «Para lograrlo, hay que comer tres horas antes de acostarse», señala Apud, «Si retomamos el hábito de dormir con el estómago vacío, vamos a recuperar una gran capacidad de regeneración y mantenimiento que tienen lugar durante esas horas de sueño y descanso».

Por eso recomienda cenar sobre las 19 horas y acostarse unas tres horas más tarde, porque de este modo se respeta el ciclo circadiano. «No solo importa dormir la cantidad de horas necesarias, sino también hacerlo en sintonía con el ciclo circadiano. Si dejamos de enviarle al cuerpo señales de que ‘es de día’ cuando en realidad ya es de noche –a través de las pantallas y la luz azul– mejoramos mucho nuestra calidad de sueño».

El especialista también recomienda evitar hidratarse durante la noche, para así evitar que las ganas de ira al baño interrumpan nuestro sueño, aunque recuerda que esto es posible hacerlo si nos hemos hidratado bien durante el día.

Hábitos ancestrales para aumentar la longevidad

Para mejorar nuestra calidad de vida y aumentar la longevidad, el biohaking recomienda una serie de hábitos o hacks que Apud ha señalado en La Nación. Uno de ellos, que ya conocemos, es un buen descanso, abogando por dormir ocho horas diarias y que sea reparador y de calidad, otros nos invitan a cuidar nuestra alimentación, con productos naturales y evitando ultraprocesados, y también a hacer ejercicio, señalando que lo mejor es estar en movimiento.

Invita a potenciar el ciclo circadiano exponiéndose a la luz solar, y también practicar el grounding, pisar la tierra para conectarse con la naturaleza. Defiende la exposición al frío y al calor para fortalecer el sistema inmune y trabajar la respiración como método de relajación. Además, defiende vivir de una manera más ecológica, emplear productos corporales y de pelo que no lleven tóxicos y también usar placas de luz infrarrojas para evitar dolores y aumentar la producción de colágeno.

Referencias

Cooper, I. D., Kyriakidou, Y., Petagine, L., Edwards, K., & Elliott, B. T. (2023). Bio-Hacking Better Health—Leveraging Metabolic Biochemistry to Maximise Healthspan. Antioxidants, 12(9), 1749. https://doi.org/10.3390/antiox12091749