Gestionar con éxito la retirada, la vida después del baloncesto profesional, es el gran reto que debe afrontar todo jugador de élite. Muchos alargan su carrera el máximo posible, la mayoría intenta continuar ligado al mundo de la canasta o del deporte desde otros ámbitos, pero los hay también que no quieren tener nada que ver con la pelota naranja tras media vida entrenando, viajando y jugando al más alto nivel profesional.
En casi 50 años de baloncesto de elite en Málaga, hay ejemplos de todo tipo entre los exjugadores que un día vistieron la verde cajista. Los hay que se han decidido a probar como entrenadores principales o como técnicos ayudantes, hay también directores deportivos, agentes de jugadores… pero también presidentes de diversos organismos relacionados con el básket, empresarios de éxito, un jefe de seguridad en un hotel de lujo en Nashville y hasta un policía metropolitano en el Distrito de Columbia, en Washington DC.
De la pista a los banquillos
Los banquillos suelen ser el destino de muchos jugadores después de su retirada. En el Unicaja, desde luego, hay innumerables ejemplos. Muchos son o han sido entrenadores jefe, pero, sobre todo, hay muchísimos ayudantes. Además, repartidos por todo el globo.
Veljko Mrsic es un buen ejemplo del cambio de la cancha por el banquillo, en su caso como entrenador jefe. Ha sido varias temporadas el técnico del Breogán y ahora hace lo propio en el KK Split de su país. Juanan Orenga o el propio Pablo Laso son otros dos ejemplos más de entrenadores jefe hoy, pero que antes fueron jugadores del Unicaja. Igual que Boniface N’Dong, que ha sido hasta hace pocas fechas el seleccionador nacional de Senegal.
Boniface Ndong sigue dedicado al baloncesto, ahora como entrenador. / La Opinión
También hay muchos exjugadores cajistas que ahora ejercen, repartidos por todo el mundo, como asistentes en banquillos. El exescolta balear Paco Vázquez es ayudante desde hace ya varias temporadas en el MoraBanc Andorra, en el que coincidió con el actual técnico cajista, Ibon Navarro, y en el que realiza ahora su función bajo las órdenes de Joan Plaza.
Omar Cook, por su parte, ha formado parte esta pasada temporada del staff de los Cavaliers de la NBA, tras comenzar hace tres temporadas en el equipo de la G-League.
El boricua Dani Santiago ejerce funciones de técnico en su país en un proyecto de detección de jóvenes valores que se llama IMG Academy Puerto Rico.
También es asistente, en este caso de la selección nacional de Sergio Scariolo, el expívot Fran Vázquez, sobre todo enfocado su trabajo a perfeccionar el juego y los movimientos de los jugadores «grandes».
Larry Lewis, otro excajista de grato recuerdo en la afición, se convirtió el pasado mes de diciembre en ayudante de Becky Hammon en Las Vegas Aces de la WNBA.
Básket bajo otra dimensión
Relacionados con el baloncesto, pero en otras funciones muy distintas aparecen nombres tan importantes en la historia cajista como los de Jorge Garbajosa (presidente de FIBA Europa), Alfonso Reyes (presidente de la Asociación de Baloncestistas Profesionales) o Manel Bosch, ahora representante de jugadores en la agencia Basketball International Group (BIG).
Jorge Garbajosa, presidente de FIBA Europa / FIBA
Del pantalón corto a la corbata
Totalmente al margen del baloncesto y del deporte encontramos un trío de nombres muy queridos en Málaga y en el Unicaja, que se han convertido ahora en empresarios de tronío.
Uno especialmente prolífico es Darren Phillip, que ya en su última etapa como jugador, cuando pertenecía al Zaragoza, tenía un negocio de hamburguesas y otro de alquiler de limusinas. En la actualidad es el propietario de la empresa de reformas Don’t Fah-Get.
También es empresario Carlos Cabezas, actual embajador del club de Los Guindos y uno de los socios de Grupo Premium, que gestiona dos hoteles, La Fábrica de cerveza en el Soho y varios apartamentos turísticos.
Carlos Cabezas y familia, en uno de sus negocios. / La Opinión
Otro ex que ha cambiado el balón y las canastas por el despacho es el alero italiano Giancarlo Marcaccini, que después de retirarse estudió Negocios Internacionales y en la actualidad es el director ejecutivo de Yogi Tea, además de tener una empresa de helados en California, Villa Dolce Gelato, de la que es socio fundador.
Giancarlo Marcaccini y sus hermanos, empresarios heladeros / La Opinión
Un caso especialmente llamativo es el de Rafa Hettsheimeir, que sigue todavía en activo en el Sesi Franca de su país, a punto de cumplir 40 años, pero también ha completado su formación en las Fuerzas Aéreas de Brasil.
El «sargento» Mike Smith
Uno de los casos más especiales de la nueva vida de un exjugador cajista lo encarna un histórico del básket costasoleño: Mike Smith. En enero de 2023, a los 60 años, prestó juramento como agente de policía de Washington DC, convirtiéndose en el novato de más edad en la historia del Departamento de Policía Metropolitana del Distrito de Columbia, que tiene como edad de jubilación los 65 años, algo que no ha frenado al exalero verde para cumplir un sueño.
En una entrevista en News4, el exjugador explicaba este nuevo rumbo en su vida: «Me enorgullece tener la oportunidad de contribuir a la comunidad y cumplir uno de mis sueños, pero creo que la edad no influye», dijo. «Si estás en buena forma física y mental, y estás dispuesto a dedicar el tiempo necesario para hacer realidad esta oportunidad y este sueño, puedes lograrlo. Soy un ejemplo perfecto».
Mike Smith quería ser policía cuando era niño en la ciudad de Nueva York, donde su padre era sargento. Pero su talento para el baloncesto lo llevó por otro camino… por suerte para los aficionados al baloncesto en Málaga. «Dios tenía otros planes para mí, así que me fui al extranjero y jugué baloncesto profesionalmente durante 15 años. Entrené baloncesto profesional durante 10 años», dijo Smith. «Pero tenía que cumplir mi lista de deseos. Ahora es el momento de regresar y cumplir mi sueño de siempre: ser agente del orden público».
Kenny Miller, seguridad dentro y fuera de la pista
Todo el mundo en Málaga recuerda con cariño a Kenny Miller, aquel pívot sobrio y cumplidor que fue subcampeón de Liga la temporada 1994/1995, con Javier Imbroda al mando del banquillo verde.
Miller vive ahora alejado de cualquier cosa que tenga que ver con el baloncesto, en su país de origen, en el que es propietario de una empresa de seguridad que controla un hotel de 5 estrellas en Nashville.
Necesario reciclaje
No es fácil afrontar la nueva vida cuando los focos del deporte profesional se apagan y el jugador pasa de ser un ídolo de masas a convertirse en una persona «normal» y casi anónima. Aquí hay una buena lista de excajistas que han seguido siendo profesionales de éxito fuera de las canchas. Pasen los años que pasen y se dediquen a lo que se dediquen en su nueva vida, en Ciudad Jardín y en el Martín Carpena, la afición nunca se olvidará de ellos.