Aryna Sabalenka (1) contra Amanda Anisimova. Son las grandes finalistas del Open de Estados Unidos, que se disputará mañana sábado.
Anisimova está completando su venganza … de una derrota humillante que recibió hace apenas que una cincuentena de días en la final de Wimbledon. A esta final llegó cargada de ilusiones pero se encontró con una polaca, Iga Swiatek, con más hambre de comerse la hierba londinense que ella misma que parecía una novata cuando saltó a la pista y recibió un 6-0, 6-0 que la hizo llorar mientras hablaba al público.
En la madrugada neoyorquina para nada quería acordarse de aquella tarde en Wimbledon. ¿Para qué? Debía pensar cada vez que los periodistas la interpelaban por aquel vergonzoso momento. Acababa de clasificarse para su segunda final de Grand Slam y esta tenía mucho peso. Se producirá en su tierra. Es la única superviviente estadounidense en todo el torneo.
Vencer a Naomi Osaka no iba a ser fácil. La japonesa, campeona de cuatro título «majors» (2 Open de Australia y 2 Open de EE.UU.), había recuperado su mejor nivel. Clasificada en el puesto 23 del ranking no merecía haber salido del top-10, Tuvo que luchar mucho para intentar llegar a su tercera final en Flushing Meadow. Pero ahí encontró a una Anisimova crecida, con una inyección de moral efectiva, que la hacía batirse en la pista en busca del desquite y de la recuperación de su prestigio. Lo hizo, y con creces. Venció por 6-7 (4), 7-6 (3) y 6-3 en 2h56′.
«Oh, mi Dios no lo sé», respondió cuando fue preguntada de cómo lo había hecho. De ir de atrás hacia adelante, de perder el primer set a remontar ante una enemiga valiente e inspirada como Osaka. Alabó a Osaka, «está jugando un tenis increíble», siguió explicando. «Estaba tensa, pero intenté mantenerme positiva. Este torneo significa tanto para mí. Significa el mundo. Todo. Un sueño hecho realidad. He llegado a soñar en ser la campeona», y dio las gracias a los aficionados que se quedaron hasta la madrugada neoyorquina para ver uno de los partidos de su vida.
En la final se enfrentará a la número uno del mundo, Aryna Sabalenka, que también tuvo que remontar el primer set para ganar un sitio en la final del Open de Estados Unidos por segundo año consecutivo. Sabalenka venció a la otra americana en competición, Jessica Pegula (4), que vio frustrados sus sueños de repetir final en su casa al perder por 4-6, 6-3 y 6-4 en 2h05′.
Sabalenka pierde 3-6 en los enfrentamientos con Amanda Anisimova, que también gana 3-2 en los duelos que se han producido en torneos grandes.