Hace unos días, como cada mañana, Claudia Toledo (Gijón, 2010) salía del instituto a mediodía con normalidad. La joven asturiana cursa cuarto de la ESO, y cuando cogió su teléfono después de clase se encontró con un mensaje que tardará en olvidar. Gracias a la felicitación de una compañera, la jugadora del Balonmano Gijón se enteró de que había sido convocada por la selección española promesas para disputar unos amistosos este mes de octubre. «Quedé en shock porque ni siquiera había visto el correo todavía. No me lo esperaba porque es muy difícil estar aquí, pero el esfuerzo que llevaba haciendo durante tanto tiempo dio sus frutos«, subraya.
Este lunes 6 de octubre, Claudia iniciará una convocatoria muy especial, porque por primera vez podrá disputar varios amistosos en las categorías inferiores de la selección española. Las jóvenes jugadoras, de la generación 2010-2011, se concentrarán en Íscar (Valladolid) y se enfrentarán el día 9 a la selección juvenil de Castilla y León y, posteriormente, a Portugal, los días 10 y 11. Antes, la gijonesa ya había sido citada en cuatro ocasiones para entrenar con las mejores jugadoras nacionales de su generación.
La última ocasión fue en septiembre, en unas jornadas de tecnificación en Sierra Nevada que le sirvieron para seguir creciendo. «Es muy duro, pero aprendes mucho», reconoce. Las jornadas de entrenamiento se prolongaron durante ocho días y llegaron a ser largas, con hasta cuatro horas diarias entre la mañana y la tarde, a lo que había que añadir el factor altura, que elevaba la exigencia. «Se centran en cómo eres como jugadora, te dan alternativas y siento que mejoré mucho. Tuve muy buenas sensaciones», prosigue. Allí coincidió con otras 48 jugadoras, entre las que estaba otra asturiana: Lucía del Corro, del Lobas Oviedo.
El premio de la convocatoria llega tras una gran temporada tanto a nivel colectivo como individual. Claudia Toledo, cadete de primer año, jugaba en el cadete A, equipo conformado por jugadoras un año mayores. La gijonesa se desempeña como primera línea por la izquierda y fue una de las artífices del primer puesto a nivel regional. «Me vi muy bien, mejoré en muchos aspectos y me siento más completa como jugadora», destaca. Y una de las claves de esa mejoría es su constancia. La jugadora, de apenas 15 años, entrena diariamente unas dos horas e, incluso cuando descansa, trabaja por su cuenta. «Lo hago porque quiero seguir creciendo», confiesa.
Un «orgullo» para su familia
Claudia comenzó a jugar al balonmano con ocho años y lo hizo gracias a una afición que viene de familia. Su padre, Sergio Toledo, jugó en la Atlética Avilesina y la llevaba a ver partidos de La Calzada. Ahí comenzó a interesarse por esta disciplina, que practicó en el Codema desde los ocho años. Por ello, toda su familia se muestra emocionada por la citación. «Para su madre y para mí es un orgullo. Somos conscientes del trabajo que hay detrás por su parte. Vive por y para estudiar y el balonmano», destaca su padre.
Su círculo más cercano también alaba su implicación a nivel académico. «Sabe que lo primordial son los estudios, tenemos mucha suerte porque es muy responsable», dice Sergio Toledo. Actualmente, Claudia cursa cuarto de la ESO, pero no nota ningún bajón en sus calificaciones pese a su dedicación al balonmano, en parte, gracias al apoyo de la Federación y del Codema. «Lo llevo todo al día y cuando tengo concentraciones como esta trato de adelantar las cosas. Además, si tengo algún examen, los profesores me lo cambian sin ningún problema», cuenta.
El sueño de la liga Iberdrola
Una vez disputados los partidos con la selección española promesas tendrá que afrontar una nueva temporada con el Balonmano Gijón, con el que tiene claros los pasos a seguir. Entre sus objetivos está el torneo nacional autonómico, en el que espera ser una de las seleccionadas por el equipo asturiano. Mientras tanto, Claudia Toledo seguirá luchando por sus grandes sueños. «Quiero dedicarme profesionalmente al balonmano. Me encantaría jugar en la Iberdrola, la máxima categoría, y estar en la selección absoluta», desvela, pero lo hace con los pies en el suelo. «Ese es mi sueño, pero también quiero seguir con mis estudios. Tiraré por algo de ciencias o matemáticas», finaliza.
Suscríbete para seguir leyendo