El único español no apellidado Alcaraz que quedaba vivo en el Abierto de EE.UU. este lunes era Jaume Munar, que ha alcanzado en esta temporada su mejor nivel en los ‘grand slam’. El mallorquín compareció en octavos en el cemento azul neoyorquino, la … primera vez que se colaba en esta ronda en uno de los ‘grandes’, pero no pudo con el italiano Lorenzo Musetti (6-3, 6-0, 6-1).
Era una cita muy complicada para el tenista mallorquín, un veterano ya de los circuitos a sus 28 años que, después de muchos esfuerzos, después de resetear su tenis, ha empezado a conseguir logros. En el anterior ‘grande’, en Wimbledon, se metió por primera vez en tercera ronda. Y ahora había logrado todavía más, en un torneo que le va a llenar el tanque de la ilusión.
Pero Musetti era un hueso duro de roer. El italiano ha despuntado esta temporada. Además de la semifinal en Wimbledon del año pasado, llegó hasta la penúltima ronda este año en Roland Garros. También, finalista en Montecarlo y semifinalista en los torneos de Madrid y de Roma. Un gran avance que le ha colocado en el ‘top ten’, en la cumbre del tenis mundial.
Antes de enfrentarse a Munar, venía de hacer un torneo casi inmaculado, en el que solo ha perdido un set, el primer del torneo, en la ronda inaugural, frente al francés Giovanni Mpetshi Perricard.
Pero el problema para Munar no solo fue su rival. Llegaba también con el físico disminuido. Se percibió sobre la pista Louis Armstrong, la segunda del US Open, y lo reconoció él después de la derrota.
«Estoy acatarrado, con faringitis», dijo. «No es de hoy, pero ha ido a peor en estos últimos días. Ya sabía que iba un poquito al límite y he empeorado», añadió el tenista, que aseguró que no había pegado ojo en los últimos cuatro días y que estaba «falto de energía en general».
Munar aseguró que salió a la pista por «orgullo», porque «llevo mucho tiempo trabajando para estar en esta posición». Aseguró que estaba «más frustrado que otra cosa por no poder competir de tú a tú». Es algo que se vio en la pista, con un Munar incapaz de estar al mismo nivel que su rival al otro lado de la red. «Por un lado quería que terminara y por otro lado no quería que terminara», explicó sobre las sensaciones encontradas de llegar por primera vez a octavos de un ‘grande’ y no estar en buenas condiciones para competir.
«No me queda más que apechugar, aceptarlo, descansar y volver a empezar», dijo el mallorquín.